26Sep. 07
La prestigiosa revista internacional Pain ha publicado los resultados del mayor estudio realizado para el tratamiento del dolor de origen neuropático. El estudio PROCESS, que se ha realizado en ochi países con 100 pacientes, afirma que el 50 por ciento de los pacientes con este tipo de dolor obtienen un beneficio mucho mayor con la terapia de estimulación medular que con el tratamiento farmacológico convencional únicamente.
Se estima que sólo en nuestro país la estimulación medular podría beneficiar a cerca de medio millón de personas que padecen dolor neuropático de piernas y espalda según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Las conclusiones del estudio PROCESS respaldan que se considere de manera rutinaria la estimulación de la médula espinal como parte del tratamiento convencional del dolor en determinados pacientes.
La terapia
La terapia de estimulación medular, desarrollada en los años setenta por Medtronic en colaboración con profesionales médicos, emplea un dispositivo médico implantable para administrar impulsos eléctricos que bloquean las señales dolorosas en la médula espinal. En el estudio, el tratamiento médico convencional incluía rehabilitación, psicoterapia, acupuntura, bloqueos nerviosos, masajes, quiropráctica, acupresión, TENS, osteopatía, terapia ocupacional y farmacoterapia.
«Los pacientes con dolor neuropático discapacitante, persistente, en espalda y piernas, representan uno de los problemas más difíciles de tratar en la práctica clínica, escenario real de nuestro estudio», ha declarado el Dr. Molet, jefe clínico de Neurocirugía en el Hospital Sant Pau, de Barcelona, e investigador del estudio. «Nuestros resultados muestran que la estimulación medular ofrece al paciente que se encuentra en esta situación una opción de tratamiento que puede aliviar el dolor en un grado mucho mayor que el tratamiento farmacológico convencional únicamente – y, como resultado de ello, también ayuda a restablecer la calidad de vida y la capacidad funcional. Por tanto, la terapia de estimulación medular debería incorporarse a la lista de tratamientos convencionales y debería tenerse en cuenta de manera rutinaria para determinados pacientes».
PROCESS (A PROspective, randomised, Controlled, multicentre study to evaluate the Effectiveness and cost-effectiveness of Spinal cord stimulation using the SynergyT System in reducing pain in patients with failed back surgery syndrome compared to conventional medical management – Estudio prospectivo, aleatorizado, controlado y multicéntrico para evaluar la eficacia clínica y la coste-efectividad de la estimulación de la médula espinal con el Sistema SynergyT para reducir el dolor en pacientes con síndrome postlaminectomía en comparación con el tratamiento médico convencional) ha demostrado que la terapia de estimulación medular combinada con el tratamiento médico convencional proporciona a los pacientes un alivio del dolor, una calidad de vida, una capacidad funcional y una satisfacción terapéutica mucho mayores que el tratamiento médico convencional únicamente, al cabo de seis meses.
Sobre el estudio PROCESS
PROCESS, el mayor estudio prospectivo jamás realizado de terapia de estimulación medular, también es el primero que emplea un diseño comparativo, aleatorizado, multicéntrico, el método de referencia para los estudios clínicos. Este estudio asignó aleatoriamente a 100 pacientes procedentes de 12 centros médicos universitarios de Australia, Bélgica, Canadá, Israel, Italia, España, Suiza y el Reino Unido para que recibieran tratamiento médico convencional (CMM), con o sin terapia de Medtronic, durante un periodo de 24 meses.
En el estudio, la probabilidad de que los pacientes sometidos a EME (estimulación de la médula espinal) lograran una disminución del dolor del 50% o mayor fue cinco veces superior que en los pacientes del grupo CMM. La determinación de un objetivo de disminución del dolor del 50% en este estudio demostró claramente la confianza de los investigadores en la EME para reducir el dolor. Para contextualizar, la aprobación europea de la terapia farmacológica para el dolor está supeditada a una disminución de sólo el 30%.
Los 100 pacientes que participaron en el estudio se habían sometido al menos a una intervención quirúrgica, con éxito desde el punto de vista anatómico, pero seguían presentando dolor moderado a grave en una pierna o en ambas y, en menor grado, en la espalda, al menos seis meses después. Se consideró que estos pacientes no podían someterse a una nueva intervención medular. El dolor que presentaban se debía a una lesión nerviosa por compresión de un nervio raquídeo, no tratada o de larga duración, o a una complicación de la intervención medular que implicaba una técnica de descompresión complicada. Al iniciar el estudio, el dolor había disminuido significativamente la calidad de vida de los pacientes, que era comparable a la de pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva o cáncer terminal.
Los efectos secundarios más frecuentes asociados con la terapia de estimulación medular en el estudio fueron la migración de los electrodos y la infección. Los pacientes de ambos grupos presentaron complicaciones no relacionadas con el dispositivo, sin embargo, se describieron efectos secundarios farmacológicos con una frecuencia mucho mayor en el grupo CMM (21%) que en el grupo EME (4%).
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