07Mar. 02
Un laboratorio en Vitoria ha desarrollado una técnica de regeneración de tejidos que reduce el tiempo de recuperación en fracturas, entre otras aplicaciones.
El laboratorio BTI en Vitoria ha desarrollado una técnica de regeneración de tejidos que reduce el tiempo de recuperación en fracturas, consolidación de injertos óseos, cicatrización de úlceras y tratamiento de quemados, entre otras aplicaciones. Además, el mismo principio en el que se basa la técnica ha permitido el desarrollo de una superficie bioactiva que acorta y mejora la osteo-integración en implantes dentales, prótesis de cadera, rodilla, etc.
Este avance, según sus artífices, es toda una revolución en su campo, por lo que no dudan en describirlo como «el mayor avance en regeneración ósea de los últimos 20 años y una gran evolución en el ámbito quirúrgico». De momento, según este laboratorio, ya son más de 20 los países que se han interesado en la patente.
Esta técnica es fruto de cinco años de trabajo del doctor Eduardo Anitua y ha recibido el certificado de aprobación de la Unión Europea para su utilización. Los resultados obtenidos in vitro , en experimentación animal, ensayos clínicos y con la práctica diaria han sido siempre «extraordinarios», según sus responsables.
Una técnica sencilla
La técnica es sencilla, según el doctor Anitua y se basa en el principio de la medicina regenerativa, que consiste en estimular al organismo para que sustituya tejidos viejos, deteriorados o destruidos, por tejidos jóvenes.
«Basta con extraer una pequeña cantidad de sangre del paciente, se centrifuga y con ella se obtiene un plasma, rico en factores de crecimiento que, tras adquirir una textura gelatinosa, se coloca en el defecto óseo», explica este especialista. El coste material de la operación es de sólo cuatro euros y es indolora para el paciente.
Esta investigación se desarrolló primero pensando en la cirugía oral, pero una vez terminada se comprobó que era posible aplicarla en todos los campos. En palabras de este médico vitoriano, con ella «se consiguen regenerar defectos óseos, tras extracciones dentales o extirpación de quistes», y añade que también es «una gran ayuda para poner implantes, fijar prótesis de cadera, rodilla o consolidar fracturas».
En cirugía oral, por ejemplo, relatan que han conseguido que una extracción dentaria cicatrice en menos de la mitad de tiempo y de una forma menos dolorosa, disminuyendo notablemente los riesgos de infección en fumadores y diabéticos. Aunque la mayor experiencia de esta técnica la han desarrollado en cirugía oral, maxilofacial e implantología, también han empezado a utilizarla con buenos resultados en traumatología para prótesis de cadera, fracturas abiertas, úlceras en diabéticos y en quemados.
Según este equipo científico, la técnica puede aplicarse en cualquier tipo de enfermo, aunque la recomiendan especialmente en pacientes de edad, con alguna patología o en grupos de riesgo, como los citados fumadores, diabéticos o pacientes inmunodeprimidos.
Superficie bioactiva
Basándose en esta misma técnica, el doctor Anitua ha desarrollado una superficie bioactiva aplicable a implantes dentales, prótesis de cadera, rodilla, etc.; que mejoraría hasta un 136 por ciento la aposición ósea a los dos meses, según este laboratorio.
Esta superficie lleva dos años evaluándose a través de un estudio multicéntrico en varios países, arrojando un porcentaje de éxito cercano al 99 por ciento.
Más información en la web de los[Laboratorios BTI](http://www.bti- implant.es)
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