Cirugía genital

17Abr. 07

Rejuvenecer la piel o retocar lo que no nos gusta no es sólo algo exclusivo de nuestra apariencia externa, lo que se ve a simple vista. Ahora, muchos hombres y mujeres se están apuntando a la opción de hacerse un lifting de sus partes más íntimas, para eliminar la flacidez y los efectos del paso de los años.

En Estados Unidos, la ciurgía estética de los genitales ya es un boom, como constata el doctor Leroy Young, presidente de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos. Y también en nuestro país crece esta demanda, en un público cada vez más heterogéneo.

«Con el paso de los años, a causa de las episeteomías de los embarazos o por deformaciones de nacimiento o accidentes, la vagina de la mujer puede sufrir cambios que la disgusten a nivel estético y que, en muchos casos, la incomode a la hora de practicar relaciones sexuales con satisfacción plena y sin preocupaciones», explica el doctor Ramón Vila-Rovira, especialista en Cirugía Plástica y Estética desde 1977, miembro del Cuerpo Facultativo de Centro Médico Teknon y director del Institut Vila-Rovira.

En estos casos, «podemos encontrar una vulva muy engrosada, un clítoris cuyo tamaño del capuchón desagrade a la mujer, unos labios menores muy salidos de la parte genital, entre otras situaciones, que hagan que la mujer no se sienta a gusto con su cuerpo y que desee operarse para recuperar su apariencia original», afirma este especialista.

También en algunas madres que han tenido dos o más hijos, «la obertura de la vagina es demasiado grande lo que le impide disfrutar como antes de sus relaciones sexuales. Pero con la ayuda del ginecólogo podemos intervenir para estrechar la vagina con el objetivo que vuelva al estado de antes de los embarazos», detalla este especialista catalán.

Subir y tensar la parte más íntima

Por otro lado, con la edad, «se produce flacidez y caída de la piel y músculos de todo el cuerpo, incluidos los más íntimos», recuerda el doctor Vila-Rovira. Cuando esto sucede y causa preocupación a la mujer, «aprovechamos, en muchos casos, la operación de abdominoplastia, para hacer un lifting también de la parte genital, con el objetivo de subirla y tensarla para que tenga, por tanto, un aspecto más joven».

El perfil de persona que acude a las consultas en cirugía estética es «el de una mujer entre 20 y 50 años, que se gasta entre los 3.000 y 4.000 euros en una labioplastia, por ejemplo, precio que se incrementa si se realiza mamoplastias u otras intervenciones de cirugía estética añadida, hasta poder llegar a los 10.000 euros», detalla este especialista.

El doctor Vila-Rovira recuerda que cuando las pacientes acuden a la consulta, el primer paso es, como cualquier otro médico, «hacer una historia clínica para no olvidar si es una persona alérgica, diabética, si ha tenido hijos, etc., para saber a quién atendemos y qué problemas tiene. A continuación, se realizan las pruebas pertinentes y análisis para ver si la operación puede realizarse sin riesgos para la persona».

La intervención se realiza «con anestesia local y sedación o anestesia general, y el tiempo medio es de unos 30 minutos, en el caso de una labioplastia, y de dos horas en caso de rejuvenecimiento de vagina o de alargamiento de pene», detalla. Una vez realizada la intervención, «son unos siete días de reposo, con alguna incomodidad mínima y sin necesidad de retirar los puntos ya que caen solos», añade.

Ellos también se retocan

En palabras del doctor Vila-Rovira, a la parte masculina «le preocupa si su pene es pequeño, corto o delgadito, si está torcido… En definitiva, si su aparato genital le es o no atractivo». También con el paso de los años «la piel del escroto queda flácida y, en esos casos, te piden recuperar el aspecto que tenían cuando eran más jóvenes».

Actualmente, «existe cirugía para alargar el pene, engrosarlo y otras operaciones cuyo objetivo es hacer más estético y a la vez más funcional los genitales masculinos». En el caso de alargamiento, «se utilizan ligamentos del propio paciente para aumentar un máximo de 4-5 centímetros; y en el engrosamiento, utilizamos grasa del propio paciente».

En todas las operaciones estéticas de la zona más íntima, tanto en el hombre y la mujer, «es condición indispensable ponerse en manos de un especialista de confianza, que esté acreditado para ejercer como tal por alguna sociedad española de cirugía estética reconocida, y cuyo equipo de trabajo sea de total confianza».

En ese sentido, «hay que huir de las clínicas que se anuncien en los medios de comunicación ya que por el hecho de anunciarse es para desconfiar de su profesionalidad y seguridad», aconseja este especialista. De hecho, «el boca- oreja de los pacientes es la mejor publicidad que existe y la más fiable», concluye.