Unos tres millones de españoles con diabetes tipo 2 podrían beneficiarse de la operación, para la que hay que cumplir ciertos requisitos como tener entre 18 y 65 años, un índice de masa corporal (IMC) de entre 30 y 35, mal control de la enfermedad, una hemoglobina glicosilada de más del 6,5 y con existencia de reserva pancreática.
El 80,5 por ciento de las personas que se han sometido a cirugía de diabetes ha conseguido controlar la enfermedad y mejorar su calidad de vida, según se ha puesto de manifiesto en los resultados del informe con mayor número de casos disponible en España, un total de 82 operaciones en dos años -de febrero de 2010 a febrero de 2012-, realizadas en la Hospital Quirón de Zaragoza.
La directora gerente del Hospital Quirón Zaragoza, Cristina Guarga, y el jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada del Hospital Quirón Zaragoza, el Dr. Jorge Solano, han presentado el informe sobre un tipo de intervención que comenzó a realizarse en el mundo hace cuatro años y de la que sólo hay mayor número de casos en un hospital de Estados Unidos y otro de Brasil, aunque no con tan buenos resultados como en nuestro país.
El Dr. Solano ha aclarado que sólo los diabéticos tipo 2, es decir, a los que les aparece la enfermedad en edad adulta por mal funcionamiento de la insulina, pueden someterse a este tipo de cirugía. Además, han de reunir otra serie de características, como tener entre 18 y 65 años y un Índice de Masa Corporal (IMC) de entre 30 y 35, es decir, «cierto sobrepeso» puesto que con la operación de pierden entre siete y diez kilos.
Asimismo, deben ser casos de diabetes mal controlada, con una hemoglobina glicosilada de más del 6,5 y con existencia de reserva pancreática. En concreto, de los 82 pacientes operados en Quirón Zaragoza, 31 son mujeres y 51 varones, con una media de edad de 50 años y una diabetes de 7,9 años de antigüedad media.
De ellos, 27 se trataban sólo con pastillas y 52 precisaban, además, inyectarse insulina. Tras la intervención, tan sólo uno de los pacientes precisa una pequeña dosis de insulina al día y 15 siguen tratándose con pastillas en una dosis inferior a la original y los 66 restantes han conseguido controlar la diabetes y no precisan ningún tipo de tratamiento.
El jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada del Hospital Quirón Zaragoza ha apelado a la «prudencia» y ha señalado que hasta que no hayan pasado diez años con el mantenimiento de estos datos no se podrá hablar de curación de la enfermedad.
Mejora de la calidad de vida
El Dr. Jorge Solano ha expuesto las complicaciones asociadas a la diabetes que padecían los pacientes operados. «Así, 71 de ellos presentaban exceso de triglicéridos en la sangre, 64 tenían el colesterol alto, 56 hipertensión, 18 habían tenido cardiopatías, cinco problemas con la vista (retinopatía) y dos, hemorragia cerebral».
«Tras la intervención, al 53,5 por ciento de los pacientes se les ha eliminado la hipertensión arterial, al 71,8 por ciento la hipertrigliceridemia y al 98,4 por ciento la hipercolesterolemia, lo que contribuye a disminuir las complicaciones vasculares derivadas de la diabetes, como el infarto de miocardio y la retinopatía con ceguera (patología que se estabiliza e incluso en algunos casos «da marcha atrás»)», ha comentado.
Otras complicaciones que pueden disminuir son los accidentes cerebro- vasculares y la nefropatía que puede acabar en diálisis o riñón artificial. Además, se resuelve la disfunción eréctil. «La mejora de la calidad de vida supone un gran cambio para los pacientes a los dos meses de la intervención», ha apuntado el facultativo.
El Dr. Solano ha resaltado la importancia de estas cifras y mejoras teniendo en cuenta que las complicaciones asociadas a la diabetes suponen que la esperanza de vida de estos pacientes se acorta diez años en relación con una persona no diabética.
Igualmente, ha subrayado la incidencia de la diabetes, que ha pasado de afectar al cinco por ciento de la población al 15 por ciento, y que, además de empeorar la calidad de vida de quien la sufre, son pacientes que requieren una «alta demanda hospitalaria» y, por tanto, conllevan «un coste económico».
La directora gerente del Hospital Quirón Zaragoza, Cristina Guarga, ha mostrado su satisfacción por los buenos resultados obtenidos: «Un orgullo y satisfacción» para el centro, incluyéndose este informe entre los primeros del ranking mundial y logrando mejorar la diabetes y las enfermedades colaterales.
¿Quiénes pueden beneficiarse de esta cirugía?
El Dr. Solano ha estimado que en España hay unos tres millones de personas susceptibles de ser operadas de cirugía de diabetes, es decir, que hasta el 60 ó 70 por ciento de diabéticos tipo 2 -hay unos cinco millones en España- son susceptibles de ser operados.
El Hospital Quirón de Zaragoza es el centro que más personas ha operado de esta patología en España y es el primero que hizo públicos sus resultados oficialmente en el país, aunque también hay otras clínicas privadas que ya realizan esta intervención.
Además, hay dos hospitales públicos que han obtenido la acreditación para realizarla, el Hospital de Bellvitge, en Barcelona; y el Royo Villanova de Zaragoza, aunque todavía no han realizado ninguna operación, según ha comentado el Dr. Solano, que forma parte del equipo autorizado en el hospital público aragonés.
Tipo de intervención
El jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada del Hospital Quirón Zaragoza ha expuesto que «la operación consiste en realizar un by-pass en el intestino para que la comida no pase por la parte de este órgano que estimula unas hormonas que hacen que suba el nivel de azúcar en sangre al llegar allí la comida».
«También se reduce el tamaño del estómago, aunque en unas semanas se expansiona y recupera un tamaño prácticamente igual al que había antes de la operación. En caso de ser necesario, la intervención es reversible de forma sencilla», ha apuntado el Dr. Solano.
La operación dura habitualmente menos de una hora, se hace por cirugía laparoscópica (mínimamente invasiva) y el paciente pasa directamente a planta y recibe el alta en 48 horas si vive a menos de una hora del hospital y a las 72 si vive a más de una hora.
El postoperativo requiere de dieta líquida cinco días, triturada otros cinco, blanda 15 días y ya puede comer normal entre el día 21 y 23 de la operación, mientras que el alta laboral se recibe entre la semana y las tres semanas. Después se hacen controles periódicos.
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