El 2,2 por ciento de los españoles consumen cocaína, el doble que en el resto de europa, según datos el Informe Mundial sobre Drogas 2006. Estos datos ponen una realidad sobre la mesa: si no reducimos esta tendencia, España tendrá el doble de complicaciones cardíacas y psicológicas en un futuro próximo, fruto del consumo continuado de esta droga sobre todo por parte de nuestros adolescentes.
«Demasiados profesionales europeos consumen cocaína, en la mayoría de casos negando su adicción», ha advertido rotundo Antonio María Costa, director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga (UNODC), con motivo de la presentación del Informe Mundial sobre Drogas 2006.
En el informe, España es uno de los países que sale peor parado de Europa. Según UNODC, doblamos la media de consumo respecto a Europa. De hecho, mientras que en nuestro país la prevalencia del consumo de esta droga es del 2,2 por ciento (aproximadamente 880.000 españoles, según el último informe mundial), en el resto de Europa esta cifra baja al 1,1 por ciento.
El informe constata además, que nuestro país sigue siendo gran puerta de entrada de esta sustancia al continente europeo y el país en el que más incautaciones se hicieron durante el 2003, seguidos de los Países Bajos y de Portugal, según informe 2006.
Para los especialistas, su situación geográfica convierte a la Península en punto clave de las redes de distribución de las drogas de más consumo, entre ellas la cocaína.
Un riesgo al alcance del bolsillo de los jóvenes
El último informe anual de la Agencia sobre Drogas de la Unión Europea (OEDT) indica que «la cocaína se está convirtiendo en la droga estimulante preferida por muchos jóvenes europeos». Un dato que concuerda con las respuestas de los escolares españoles, que aseguran que esnifan sus primeras «rayas» a los 15 años. De hecho, siete de cada 10 alumnos de entre 14 y 18 años admite haber probado alguna vez en su vida esta sustancia.
Para la doctora Marta Torrens, «la cocaína ha dejado de ser una droga reservada a adultos con alto poder adquisitivo». Prueba de ello es que «el consumo de esta droga en adolescentes de entre 14 y 18 años ha aumentado espectacularmente en España», añade esta especialista del Hospital del Mar. Y, sin embargo, aún muchos padres caen en el error de pensar que la cocaína está fuera del alcance del bolsillo de sus hijos.
Esta especialista nos advierte que el consumo continuado de cocaína «puede acarrear cuadros psicóticos y depresivos, y complicaciones cardiológicas, entre las que destacan la aparición de crisis hipertensivas y convulsiones, entre otros riesgos».
En el caso concreto de los jóvenes, la doctora destaca otro peligro añadido: la mezcla habitual con otras drogas, empezando por el alcohol, «lo que multiplica sus mortales riesgos», advierte rotunda la doctora Torrens. Para esta especialista, las campañas de prevención siguen siendo necesarias, así como la labor de los padres, escuela y toda la sociedad en general.
Un trabajo conjunto necesario para que España deje el primer puesto como el país con más consumo de cocaína de toda Europa.
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