Coma saludable y haga ejercicio para controlar su diabetes

29Nov. 04

La alimentación es uno de los pilares básicos para el enfermo de diabetes junto con el ejercicio físico y el tratamiento farmacológico. La alimentación del diabético ha de ser equilibrada, variada y diseñada por un experto en nutrición de acuerdo con el estilo de vida, la presencia de otras condiciones de salud, las preferencias alimentarias y el patrón de ejercicios.

La diabetes se caracteriza por la excesiva presencia de azúcar (glucosa) en la sangre. Cuando hay demasiada glucosa en la sangre los ojos, el corazón, los riñones, el sistema nervioso, las piernas y los pies pueden resultar afectados.

La dieta para una persona diabética deberá ser suficiente para evitar la desnutrición, pero al mismo tiempo debe de contribuir a controlar la grasa en sangre, la tensión arterial y ayudar a reducir el peso, ya que la obesidad y la diabetes están estrechamente relacionadas. El riesgo de desarrollar diabetes aumenta progresivamente tanto en hombres como en mujeres con la cantidad de exceso de peso. El 80% de las personas con diabetes tipo 2 sufre sobrepeso o es obeso.

Dieta y nutrición

El doctor Ramón Gomis, jefe de la Unidad de Endocrinología y Diabetes del Hospital Clínic de Barcelona afirma que las dietas tienen que ser equilibradas, por tanto un 55 por ciento de sus calorías han de provenir de hidratos de carbono, lo que se traduce al consumo de más legumbres, verduras y harinas y menos azúcares refinados y grasas saturadas. La alimentación debe aportar una cantidad adecuada de nutrientes esenciales, principalmente vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.

Las pirámides alimentarias sirven de guía para ayudar al diabético a elegir una dieta saludable y equilibrada. Pero es imprescindible contar con el asesoramiento de un experto en nutrición.

¿Qué es la pirámide alimentaria?

La Pirámide Guía Alimentaria es la representación gráfica de las raciones recomendadas diariamente de cada grupo de alimentos. La pirámide se divide en seis grupos. La persona diabética deberá comer más comidas de la base de la pirámide (cereales, frutas y verduras) y menos, de la parte superior (carnes, productos lácteos, grasas, aceites y dulces).

Por norma general se recomienda consumir diariamente entre cuatro y seis porciones de pan, cereales, arroz y pasta; de tres a cuatro porciones de verduras; de dos a tres de fruta; entre dos y tres de productos lácteos: leche, queso y yogur; de las carnes rojas, el pollo, el pescado, las alubias, los huevos y las nueces entre dos y cuatro porciones; y, finalmente, se debería consumir de vez en cuando grasas, aceites y dulces.

Los expertos recomiendan

– Consumir suficientes alimentos que contengan hidratos de carbono de tipo complejo: verduras, legumbres, patata, pasta, pan integral, cereales, fruta.

– El consumo de los alimentos ricos en fibra: verduras y legumbres cocidas enteras, frutas fresca y cereales integrales, entre otros.

– Contrariamente a lo que muchos creen, se puede consumir azúcar con moderación según la OMS

– Las bebidas sin azúcar o bajas en calorías, que comúnmente se denominan «light». No obstante, deben consumirse de forma controlada.

– El aceite de oliva que se puede consumir más libremente y mejor si es crudo.

– Los productos lácteos que se deberían consumir son los desnatados.

– Es mejor comer porciones más pequeñas repartidas a lo largo del día: conviene realizar tres comidas fuertes y tres refrigerios.

– Se ha de seguir un horario estricto para las comidas y no saltarse ninguna.

Es mejor evitar

– En la medida de lo posible, conviene evitar los hidratos de carbono de absorción rápida. Estos azúcares simples se encuentran en dulces, alimentos con azúcar, miel, mermeladas, zumos de fruta, té o café endulzados con azúcar.

– Las comidas pre-cocinadas, la bollería y los helados industriales, las conservas y la denominada fast-food.

– Se debe consumir con mucha moderación los alimentos que contienen grasas, sobre todo las de origen animal como la manteca, el tocino, los embutidos, la grasa de la carne de cerdo o de vaca que además son fuente de muchas calorías.

– Procure comer aves y pescados con mayor frecuencia que carne roja. No coma la piel de las aves, y retire la grasa adicional de todas las carnes.

– No más de tres huevos por semana. Es mejor comer la clara que la yema del huevo.

– El alcohol es una fuente de calorías importante por lo que debe restringir su uso al mínimo.

– Se recomienda reducir el consumo de sal, como prevención de la hipertensión arterial, enfermedad que potencia el daño de los vasos sanguíneos al asociarse a la diabetes. Se ha de procurar cocinar con menos sal y no usar la sal en la mesa.

– Procure evitar alimentos fritos, platos elaborados con mayonesa, yemas de huevos, tocino y productos lácteos con un alto contenido en grasa.

La dieta mediterránea

La dieta mediterránea, según el doctor Gomis es un buen modelo de dieta equilibrada porque los alimentos más tradicionales y la forma de cocinarlos coinciden con los patrones recomendados para una dieta saludable. Las principales características son:

· La fuente principal de grasa monoinsaturada proviene del aceite de oliva.

· Los cereales, el arroz, la patata el pan y otros derivados del trigo, son alimentos básicos de nuestra dieta.

· El consumo de legumbres es elevado, cosa que beneficia a nuestra salud porque este tipo de alimentos contiene muchos hidratos de carbono complejos.

· También se produce una ingesta abundante de pescado, fruta y verdura. Muchos de ellos están cocinados de una forma muy simple: al vapor, hervidos, al horno, utilizando el aceite de oliva crudo. Un parte importante de las proteínas viene dada por el pescado.

· La parte de los azúcares viene dada por los vegetales. Es una dieta muy rica en vegetales.

· Una dosis pequeña de alcohol que suele ser en forma de vino en las comidas y no de aguardientes, mucho más perjudiciales.

· Se consume menos carne y menos grasas de origen animal que en otras dietas.

Recuerde

Algunos cambios en el estilo de vida, como seguir una alimentación equilibrada y hacer ejercicio, son eficaces por un lado, para retardar y prevenir la aparición de la diabetes tipo 2 y, por otro, para reducir el riesgo de desarrollar complicaciones derivadas del mal control de la diabetes. Si tiene diabetes, siga las recomendaciones de los profesionales de la salud. Los fármacos o las inyecciones de insulina son más eficaces cuando se lleva una dieta equilibrada. El hecho que la persona diabética tenga que cuidarse especialmente y medicarse no significa que no pueda tener una vida social sana.