Conoce la psoriasis

La Psoriasis es una enfermedad de la piel crónica y autoinmune que afecta enormemente la calidad de vida de las personas que la padecen. A causa del dolor y el aspecto de las lesiones, la mayor parte de los psoriásicos sufren trastornos de sueño, ansiedad y dificultades para establecer relaciones sociales y laborales. Pero una mejor comunicación con el dermatólogo y los nuevos tratamientos biológicos pueden marcar un antes y un después en la vida de los afectados.

. «El rechazo social que sufren los enfermos de psoriasis es fruto de la ignorancia», lamenta el doctor Miquel Ribera, dermatólogo del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. La afectación en la piel «les dificulta las relaciones sociales e, incluso las sexuales, por lo que muchos pacientes te confiesan que darían años de su vida con tal de conseguir una cura total para su enfermedad», destaca el doctor Carlos Ferrándiz, Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona.

Por su consulta han pasado muchos pacientes con un denominador común: además de la inflamación crónica de la piel, «manifiestan trastornos de sueño (casi siete de cada diez enfermos, según la Asociación Europea de Psoriasis), dificultades sexuales (en seis de cada diez casos) y la mayor parte tienen que adaptar la ropa que usan, entre otros problemas asociados a esta patología.

Hasta la fecha se desconocen las causas que originan este trastorno. Sin embargo, sí se conocen los factores que pueden desencadenar o exacerbar un brote. En primer lugar está el hecho de tener un antecedente familiar que sufra la enfermedad. De hecho, «cerca de la mitad de psoriásicos tiene un familiar de primer o segundo grado con psoriasis», destaca el doctor Ferrándiz. También sufrir infecciones estreptocócicas, tomar determinados fármacos o factores climáticos pueden incidir en el paciente, así como el consumo de alcohol, de tabaco o padecer estrés.

Confía en tu dermatólogo

Según un estudio español, el tratamiento por vía tópica es el más utilizado actualmente. Pero, «su falta de comodidad a la hora de aplicarlo y sus efectos a muy largo plazo hacen que un alto número de pacientes lo abandone», lamenta el doctor Ribera. Por ello, no es de extrañar que casi siete de cada diez pacientes hayan probado medicinas alternativas en algún momento de sus vidas.

«Los paciente se quejan de que el médico especialista no se pone en su piel, que no se implica en su enfermedad», comenta este doctor catalán. Muchas veces existe «una falta de confianza porque el paciente no dispone de toda la información que debería tener sobre su pronóstico y tratamiento de la enfermedad». En ese sentido, el dermatólogo «debería explicar al paciente que su patología no es maligna, ni contagiosa, que no se cura pero la persona puede permanecer sin síntomas durante mucho tiempo». Y lo más importante, «informarle de todas la posibles opciones terapéuticas que existen -desde la fototerapia, los fármacos sistémicos y los biológicos, de gran efectividad, entre otros-«. A partir de ello, se debe negociar cuál es la terapia que mejor se puede adaptar a la vida del enfermo para facilitarle su cumplimiento».

La terapia biológica: una nueva esperanza

Frente a esta insatisfacción general de los tratamientos convencionales, un nuevo abanico terapéutico que está logrando reducir el incumplimiento de los tratamientos. Son los fármacos biológicos, «más eficaces y con un mayor perfil de seguridad que los convencionales y que suponen una mayor comodidad en su aplicación», destaca el doctor Esteban Daudén, director de la Unidad de Psoriasis del Hospital de la Princesa de Madrid, durante un reciente encuentro de expertos denominado Psoriasis, la Realidad del paciente.

Estas nuevas terapias, «están basadas en proteínas dirigidas de forma específica contra los mecanismos que producen la enfermedad y representan una importante contribución para los pacientes», reconoce este especialista.

La terapia biológica «ha cambiado de manera muy importante nuestra forma de tratar a los pacientes psoriásicos y el hecho de tener más opciones terapéuticas es, sin duda, más beneficioso para ellos y va a marcar un antes y un después en la vida de los pacientes», concluye el especialista.