04Sep. 00
La prevención es tan importante que la incidencia de las alergias sería bastante menor si se impulsaran campañas institucionales promoviendo las medidas a tomar. Son muchas las circustancias que pueden influir en la aparición de enfermedades y reacciones alérgicas, y para poder mejorar su tratamiento, es necesario seguir una serie de pautas y ponernos en manos de un especialista de forma regular, para que pueda afinar mejor a la hora de señalar y atacar las causas de la alergia.
Cada uno de estos tipos de alergia requiere una serie de medidas de prevención:
Ácaros: Son microorganismos de la familia de los arácnidos que viven en colchones, almohadas, el suelo de las habitaciones y los objetos que acumulan polvo. Se alimentan de las células muertas de la piel de las personas y la reacción alérgica no es a estos seres sino a sus excrementos. Las medidas a tomar son:
– Ventilar los espacios cerrados a diario, sobre todo el dormitorio.
– Utilizar aspirador y un paño húmedo en la limpieza diaria.
– Intentar que el dormitorio sea la habitación más aireada y soleada de la casa.
– Sustituir el material de la cama que contenga lana, algodón, crin o plumas por materias sintéticas.
– Lavar la cama a menudo a alta temperatura.
– Airear bien la cama y aspirar el colchón y la almohada.
– Envolver el colchón y la almohada en fundas impermeables a los ácaros.
– Evitar moquetas, alfombras, tapicerías y cortinas pesadas.
– No tener en la habitación peluches o juguetes de lana.
– Guardar la ropa en bolsas de plástico y dentro de los armarios.
– No dejar en el dormitorio objetos que puedan almacenar polvo: libros, papeles.
– Si se cambia de vivienda, es preferible una zona seca y soleada.
– Para las vacaciones, son preferibles zonas de montaña, a ser posible a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar.
– Las casas deshabitadas han de limpiarse y airearse unas horas antes de visitarlas.
Polen: Se produce por la presencia de polen en el aire, liberado por plantas y árboles durante la primavera y hasta el otoño. El de hierba es más propenso a causar alergia porque es más ligero y más fácil de trasportar por el viento. El de los árboles locales y flores es más pesado y por ello hay que estar bastante cerca de la fuente para inhalarlo. Algunas recomendaciones son:
– Conocer el hábitat y la época de polinización del polen al que se es alérgico.
– Evitar salir al aire libre los días de viento.
– Llevar gafas de sol al aire libre y usar casco integral durante los viajes en moto.
– Llevar las ventanillas del coche cerradas y, al ser posible, escoger coches con filtros antipolen en el aire acondicionado.
– Mantener cerradas las ventanas del dormitorio.
– Saber que la concentración de polen es menor en el interior de los edificios y cerca del mar.
– Durante la época de polinización, evitar las zonas de abundante vegetación.
– Llevar siempre a mano medicación sintomática como antihistamínicos o broncodilatadores.
Epitelio de animales: El epitelio de los animales domésticos como perros, gatos y caballos, es un alergeno muy potente. Las plumas de aves, la caspa de ratones y la lana de ovejas son las causas más frecuentes de alergia. Algunas cosas que tienes que saber son:
– Los animales que producen alergias con más frecuencia son el gato, el hámster, el perro y el caballo.
– La mejor solución es evitar totalmente el contacto y la convivencia con el animal en cuestión.
– Si por razones de trabajo o sentimentales no podemos evitar el contacto con estos animales, se pueden valorar medidas parciales como evitar que el animal entre en el dormitorio, eliminar los objetos donde se puedan acumular los epitelios, limpiar con aspiradores provistos de filtros y aplicar al animal productos específicos para evitar que desprendan alergenos.
– Después de alejar el animal, todavía los alérgenos pueden permanecer en ese entorno, por lo que hay que limpiar la zona de forma minuciosa.
Insectos: Algunos de estos seres como las hormigas, polillas, moscas o cucarachas causan alergia por el polvo que forman al morir y desintegrarse. También la picadura de la abeja y la avispa puede sensibilizar a algunas personas. Para poder evitar entrar en contacto con estos alergenos y los insectos es recomendable:
– Evitar los movimientos bruscos cuando el insecto está cerca de nosotros.
– Evitar perfumes y ropas coloreadas que los puedan atraer.
– Protegerse con ropas y calzado al andar por prados con flores o en huertas con frutas en descomposición.
– No hacer comidas campestres.
– Mantener los cubos de basura bien cerrados.
– Viajar con las ventanillas del coche cerradas.
– Los alérgicos al veneno de himenópteros deberán llevar consigo adrenalina y antihistamínico para usarlos en caso de reacción.
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