Convivir con adolescentes

21Mar. 07

Convivir padres e hijos adolescentes no es tarea fácil. Para ayudarnos en la causa, hemos entrevistado a Ana Isabel Saz, la psicóloga del programa SOS Adolescentes (Cuatro). Mejorar la comunicación con tu hijo está en tu mano. Sigue sus consejos.

. ¿Por qué parece que algunos adolescentes se hayan desmadrado y a los padres les sea difícil tener una buena comunicación con ellos?

Si la sociedad cambia -abuelos, padres e hijos- también lo hacen nuestros adolescentes. Y es lo que está pasando. Tenemos muchísima información pero poca comunicación entre las personas lo que perjudica la relación entre nosotros, sobre todo entre padres e hijos. Todo se adelanta y muchas veces los padres no están preparados y les pilla por sorpresa muchas actitudes y comportamientos de los hijos.

¿Necesitamos una escuela para padres?

Sería importante adelantarnos a los problemas, y mucho antes de que surjan formarnos y educarnos para saber dar respuesta a la educación de nuestros hijos. La formación debería empezar por la propia escuelas e institutos, podría convertirse en un lugar para formar a padres, profesores y adolescentes.

¿Por qué existe siempre la sensación de que no somos buenos padres o madres?

La adolescencia es la etapa con más cambios físicos y de manera de pensar. Es cuando nuestro hijo deja de ser un niño ´controlado´ a un adolescente incontrolado. Y como ni adultos ni menores tenemos manual de instrucciones de ambos, ni adultos ni menores, hace que la sensación de los padres sea de incomodidad, de no dar la talla, no estar llegando a lo que los chavales necesitan. Más que culpabilidad habría que hablar de responsabilidades; el adulto debe informarse de la mano de profesionales y formarse, antes que llegue esta difícil etapa y necesite ayuda. Porque todo lo que sea mejorar la dinámica y comunicación familiar, bienvenido sea.

Y si ya hay problemas, ¿la mediación familiar puede ayudarnos?

La mediación familiar soluciona muchas cosas, precisamente porque no habla de culpabilidades sino de responsabilidades, de que cada uno asuma su papel. Si el chaval necesita esa independencia los padres deben aprender a saber dar respuesta, a escuchar más a su hijo de manera diferente a la que estamos acostumbrados. Ayuda a subir varios escalones para mejorar la confianza y comunicación en casa. También en los procesos de separación y otros momentos de la vida, la mediación puede sernos de gran utilidad.

¿Qué sucede cuando hay diversidad de criterios entre la madre y el padre?

Esto trae consecuencias muy negativas a los chavales, porque al ver que hay fisuras entre los padres acaban pensando que pueden hacer lo que quieren. Mi mensaje es que una cosa es estar más o menos de acuerdo con la opinión de tu pareja, es normal porque todos no pensamos ni educamos igual, pero el mensaje a transmitir a nuestro hijo debe ser coordinado y unificado. Es una manera de que nuestro hijo se una a ese equipo y tire hacia delante en la misma línea. Esa coordinación es vital.

¿Qué método utiliza Ana Isabel cuando llega a una casa donde ve una falta de respeto entre hijos y padres?

Primero escuchar todas las versiones y a partir de ahí hacer visibles todos esos senderos que se han dejado de caminar para llegar a esa situación. Nos podemos encontrar familias con un muy buen vínculo afectivo pero que se han olvidado de él al centrarse en los problemas del día a adía.

Por una parte, a los padres les pongo la pelota en sus manos, la responsabilidad última es siempre del adulto. Pero también les doy responsabilidad a los adolescentes: si quieres crecer, tener autonomía y que tus padres te vean como un adulto, tienes que comportarte como tal, de manera responsable y madura.

¿Funciona el castigo?

Funciona la consecuencia a una responsabilidad no cumplida. Es decir, cuando ha habido un compromiso saltado debería haber una consecuencia, porque si no el chaval aprende que puede hacer lo que quiere. Aunque a mí, personalmente, la palabra ´castigo´ no me gusta, tiene connotaciones negativas, preferiría hablar de consecuencia, y no sólo para los adolescentes, también para los adultos. El ser humano aprende de las consecuencias de los actos que hace mal y de las que hace bien.

Entonces, ¿cómo les podemos hacer más conscientes de su error cuando se equivocan?

Hablando y negociando mucho. No se trata de poner una tabla de valores y normas donde los participantes sean únicamente los adultos. Hay que tomar en cuenta el punto de vista del adolescente y buscar soluciones consensuadas entre todos los miembros de la familia, sin que unos sean más importantes que otros. Es decir, que todos nos impliquemos en la dinámica familiar, todos nos contemos nuestras vivencias no desde el sermón y la imposición, y tampoco decirles que nuestra vida fue más difícil o que fuimos más responsables. Hay que explicárselas como un posible ejemplo para sus vida.

En el programa SOS adolescentes vemos diferentes situaciones que los padres se encuentran en el día a día… Por ejemplo, es frecuente encontrarnos peleas entre hermanos, ¿cuál es tu consejo a seguir?

Las recetas mágicas no existen porque cada persona es única, el camino andado de cada familia es diferente. Es frecuente encontrarse relaciones entre hermanos que no son buenas, hermanos mayores que machacan a los pequeños como respuesta al machaque que ellos están recibiendo en casa. En ese sentido, los padres tienen que intentar fomentar el buen rollo entre hermanos, haciendo que compartan cosas, que hablen entre ellos. Y eso se potencia desde el ejemplo.

¿Y cuando comienzan a obsesionarse con el peso…?

La adolescencia es un periodo de grandes cambios, donde la imagen y el juicio de los demás al respecto es muy importante para ell@s, que un chaval se sienta a gusto y satisfecho con su propia imagen es fundamental. Y eso se potencia desde casa. Cuando un chaval sale seguro con autoestima bien forjada y con claridad de ideas en las que prima que sus padres le valoran, le aprecian como es y le fomentan que cambie lo que no le gusta pero desde el plano positivo, va a salir con una gran fortaleza y la comparación con los demás es más positiva.

¿Cómo podemos hacer que la factura del teléfono baje?

(Risas) Es otro tema de negociación; hay que hablarlo y buscar una solución conjunta. El chaval debe poder hablar y tener contacto con sus amigos pero también saber que hay una economía familiar sustentar y una responsabilidades a tomar. Y si todo ello no se cumple, tiene que haber consecuencias, otro tipo de negociación.

… Y los profesores y escuela ¿qué papel deben desarrollar en la educación de los adolescentes?

Es la segunda vía más importante en la transmisión de buenos valores, valores sociales en el día a día; los niños y adolescentes pasan muchas horas en la escuela, en la que -a parte de formarse de manera académica y adquirir conocimientos y cultura- deberían formarse a nivel humano. Pero no sólo la escuela debe desarrollar este papel, también los medios de comunicación; todos deben ser un apoyo de los padres. Así, familia, escuela y medios de comunicación debe ser un buen equipo. No podemos echar la pelota al tejado del otro, pero tampoco olvidarnos que el cimiento fundamental está en la casa.

Un último consejo para padres desesperados, que creen haber perdido las riendas de la educación de sus hijos…

Partiendo de la base que ser padres es lo más complicado que hay, debemos tener en cuenta que:

1. Todos hemos sido adolescentes y aunque sea en épocas y tiempos diferentes, todos hemos vivido esas diferencias con los padres, esa bajada del pedestal y la subida de la pandilla y amigos.

2. Debemos aceptar las diferencias con nuestros hijos, darles confianza y autonomía y, a la vez, estar presentes en su vida, porque los hijos -aunque parezca lo contrario- nos siguen escuchando y lo que les decimos les sigue haciendo crecer en todos los sentidos.

3. Mucha comunicación y comprensión, desde la igualdad, bajar un peldaño si es necesario, porque sino nos dejarán de escuchar desde el primer minuto.