Cuando comer es una enfermedad

29Jul. 04

La anorexia y la bulimia dañan gravemente la salud. La primera es la obsesión enfermiza por adelgazar de personas que tienen una percepción distorsionada de su aspecto (se ven gordas aunque hayan perdido mucho peso). Por su parte, las personas bulímicas comen compulsivamente y a continuación intentan eliminar lo que han comido provocándose el vómito o utilizando laxantes.

Estos trastornos de la alimentación pueden causar problemas en órganos como los riñones, el corazón o los pulmones, osteoporosis, estreñimiento, caries, anemia, ausencia de la menstruación, etc.

En casos extremos (entre un cinco y un diez por ciento de los enfermos) acaba provocando la muerte. Por ello, es importante descubrir la enfermedad antes de que sea demasiado tarde. Los síntomas de alerta son los siguientes:

-Irritabilidad.

-Obsesión por la comida y el peso.

-Sequedad en la piel por la falta de nutrientes, que favorece la aparición de infecciones.

-Caída del cabello y uñas débiles.

-Marcas en manos y dedos producidas por los dientes al vomitar, que con el paso del tiempo forman durezas, callos o cicatrices.

-En ocasiones los enfermos se autolesionan (mordiéndose las uñas, arrancándose el pelo, rascándose hasta hacerse heridas, etc.).

-En el caso de los anoréxicos, evitan comer con gente para que no controlen su alimentación.

-Los bulímicos van al cuarto de baño justo después de comer y a veces hacen ruido para que no se les oiga vomitar.

Atención psicológica

Una vez que se observen estos signos es esencial acudir a un profesional médico, para conocer cuál es la terapia más apropiada.

Este tipo de patologías requieren un tratamiento psicológico de los pacientes, pero sólo un 30 por ciento de los anoréxicos y un seis por ciento de los bulímicos lo reciben, fundamentalmente porque muchos de ellos no asumen que están enfermos.

Además, estas patologías pueden surgir como consecuencia de otros trastornos psiquiátricos (depresión, ansiedad, enfermedades maniaco-depresivas u obsesivo-compulsivas, adicción a drogas o alcohol, fobias sociales y trastornos de la personalidad). En estos casos se diseñará un tratamiento más específico de los pacientes para abordar las distintas patologías que padecen.

Baja autoestima y soledad

Las personas con trastornos de la alimentación tienen una gran falta de autoestima, fundamentalmente en lo relativo al aspecto físico, que les lleva al aislamiento social. La anorexia afecta a personas muy perfeccionistas y que nunca están satisfechas consigo mismas, mientras que en la bulimia se produce una tendencia a la autodestrucción.