La doctora Carmen Benito explica en esta entrevista la atención que reciben los pacientes que se han sometido a una intervención quirúrgica para mitigar el dolor y el malestar que ésta conlleva.
P regunta.-¿Qué tipo de tratamiento se emplea para abordar el dolor postoperatorio?
Respuesta.- Vamos a usar varios fármacos diferentes para que actúen a diferentes niveles en el organismo y se potencien. Con ello conseguimos tener más eficacia en la analgesia y menos efectos secundarios. En las unidades de Dolor Agudo usamos opioides básicamente, unidos a antiinflamatorios, por vía sistémica y también anestésicos locales (dependiendo de la técnica que se haya utilizado en la anestesia) junto con los antiinflamatorios. Muchas veces nosotros no participamos en la analgesia de los pacientes y son los cirujanos los que pautan la analgesia.
P.- ¿A qué intervenciones se aplica?
R.- Tanto en prótesis de rodilla o cadera, toracotomías, laparotomías, etc., ese tipo de cirugía que es bastante agresiva y en la que el enfermo va a tener dolor aproximadamente durante unos cinco o seis días, nosotros participamos los tres primeros días poniendo analgesia de forma intensiva y agresiva para que luego no se desarrolle un dolor más intenso y sobre todo no se cronifique, que es la finalidad que tiene la unidad de dolor agudo: poner tratamiento para evitar que vaya a peor.
P.- ¿El temor a causar una adicción u otros problemas limita el uso de opioides en estos pacientes?
R.- No, para nada. Cuando hay dolor es necesario usar opioides. No es tampoco una cosa muy a largo plazo, el dolor agudo postoperatorio no se prolonga nunca más de diez días. Yo creo que eso es un mito que hay que intentar descartar de la mentalidad de la sociedad, para evitar esos miedos tanto a las adicciones como a los efectos secundarios de la depresión respiratoria, porque además las dosis que se usan son muy bajas, al potenciarse con los antiinflamatorios, y eso nos permite trabajar con muchísima seguridad y sin ningún problema.
P.- ¿Cuál es la efectividad del tratamiento y el nivel de satisfacción de los pacientes?
R.- La efectividad nunca es al cien por cien, que es lo que nos encantaría, yo creo que es cercana al 70 por ciento. Incluso a pesar de tener dolor los pacientes suelen encontrarse satisfechos con el tratamiento recibido, aunque sólo sea por la satisfacción de ver que te preocupas de ellos. El año pasado en noviembre se publico una encuesta en el Colegio de Médicos donde la satisfacción del paciente era del 80 por ciento, a pesar de que no existía un tratamiento efectivo, porque más de un 30 por ciento de los pacientes tenían un dolor intenso. Con una unidad de Dolor Agudo fácilmente el 80 o 90 por ciento de los pacientes tienen un dolor totalmente controlado. Eso no quiere decir que no tengan absolutamente nada de dolor, siempre hay una molestia en el postoperatorio normal. Y además, una de las finalidades que tenemos que conseguir con las unidades de Dolor Agudo no es sólo quitar el dolor sino conseguir el confort del paciente. No es solamente que no tenga dolor sino que tampoco tenga nauseas ni vómitos, que pueda mover las piernas, que se encuentre a gusto, que duerma bien, que no tenga pesadillas, etc.
P.- Según un estudio de la Sociedad Española del dolor, el 65 por ciento de los enfermos se mostraba nervioso, angustiado o incluso sentía miedo ante la operación. ¿Cuál es su opinión sobre estos datos?
R.- La información que se da a los pacientes en el preoperatorio sobre su tratamiento del dolor y que vamos a estar encima de ellos a veces no es suficientemente explícita. Por eso es normal que los pacientes en un 60 por ciento tengan miedo a tener dolor, es una cosa que preocupa al paciente antes de operarse.
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