Dejar de fumar, principal arma contra la EPOC

28Ene. 04

"La abstención del hábito tabáquico es la intervención más sencilla y rentable para reducir el riesgo y evitar la progresión de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)", afirma el doctor Luis Aguilera, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Por su parte, el doctor José Luis Álvarez-Sala, neumólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), explica que la EPOC «en la mayoría de los casos se debe al consumo de tabaco» (entre el 90 y el 95 por ciento de los pacientes) y la padecen el 20 por ciento de los fumadores, con mayor o menor gravedad en función del número de años que lleven fumando y la cantidad de tabaco que consuman. Este especialista explica que la EPOC «engloba a la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar» y es «una enfermedad crónica, progresiva, muy poco reversible y en la que lo esencial es la obstrucción a la respiración de los enfermos». El doctor Aguilera añade que «la importancia de la EPOC no sólo es por su elevada prevalencia, sino que se añaden repercusiones asociadas a un grave deterioro de la calidad de vida de los pacientes».

Se trata de una patología «muy importante como problema de salud», porque «afecta al nueve por ciento de la población general y a una de cada diez personas mayores de 40 años», indica el doctor Álvarez-Sala. Asimismo, más del 50 por ciento de los pacientes mueren en los diez años posteriores al diagnóstico. No obstante, «muchos enfermos, sobre todo al comienzo de su enfermedad, no dan importancia a los síntomas y creen que son consecuencia de ser fumador».

El perfil del enfermo de la EPOC es el de un paciente de entre 50 y 60 años, que fuma o ha fumado una cantidad importante de cigarrillos, con tos y expectoraciones (al principio fundamentalmente por las mañanas), «que se fatiga al andar y que, sobre todo, en invierno sufre episodios de agudización que duran más tiempo de lo habitual». El doctor Roberto Rodríguez Roisín, neumólogo del Hospital Clinic y Provincial de Barcelona y miembro del comité científico internacional del programa GOLD, añade que aunque hasta ahora se asociaba la enfermedad a la población masculina, «las mujeres están tomando el liderazgo» en la prevalencia de la EPOC.

La EPOC es «una enfermedad que es asesina y puede llamarse silente porque tarda muchos años en progresar, sus síntomas son poco valorados tanto por el médico como por el paciente y es poco llamativa hasta que ya está muy avanzada», en palabras del doctor Rodríguez Roisín. Esto provoca que un 80 por ciento de los pacientes no haya sido diagnosticado y que de los que sí lo han sido un 60 por ciento no reciba un tratamiento adecuado.

Perspectivas de futuro

En el futuro la EPOC «tendrá un impacto creciente, porque el tabaquismo no baja, la población envejece, los costes de esta enfermedad aumentan y las agudizaciones son muy importantes (si no se tratan adecuadamente tienen consecuencias sobre la mortalidad de estos enfermos)», opina el doctor Álvarez-Sala. Actualmente esta patología afecta a 1.300.000 personas en España y es la cuarta causa de muerte.

El doctor Aguilera considera que para combatir el aumento de casos de EPOC y el agravamiento de los enfermos «es necesario el diagnóstico precoz, la prevención y el cumplimiento terapéutico». Es importante que se detecte la enfermedad cuanto antes, «porque los daños son irreversibles una vez que están instaurados». En este campo la atención de los médicos de familia cumple un papel fundamental para recomendar a los fumadores y exfumadores de más de 40 años que se hagan la prueba diagnóstica de la enfermedad, denominada espirometría. Además, «es imprescindible que en los centros de salud dispongamos de recursos suficientes para realizar tratamientos de deshabituación del tabaco en los pacientes que comienzan con síntomas de la EPOC», añade este experto.