Demostrado que el estrés provoca canas

08Sep. 09

Un grupo de investigadores japoneses ha probado científicamente que el estrés es capaz de volver el pelo blanco a través de los daños que causa en las células madre de los folículos pilosos. Los resultados de su investigación se publican en la revista "Cell".

Científicos de la Universidad Dental y Médica de Tokio y la Universidad de Kanazawa, en Japón, han descubierto que un tipo de estrés genotóxico, una tipología dañina para el ADN, ataca las células madre de los melanocitos, que son los productores de pigmento dentro de cada cabello. Las células atacadas no mueren, sino que sufren una alternación que genera melanocitos maduros.

Los autores del estudio, que se publica en la revista «Cell», ya habían seguido antes la pista de la pérdida del color del pelo y habían llegado hasta las células madre, que en estado sano mantienen un suministro continuo de nuevos melanocitos, que a su vez proporcionan al cabello su color. Con este estudio, el equipo llega un poco más lejos y demuestra que el daño irreparable del ADN causado por la radiación ionizante (el estrés) es responsable directo de ello.

También han descubierto el «gen de guardia», conocido como ATM, que sirve como un punto de referencia para diferenciar las células madre de melanocitos. Así se explica que a las personas con el síndrome de envejecimiento denominado ataxia-telangiectasia se les vuelva blanco el pelo, ya que sufren una mutación en el gen ATM.

Estos hallazgos, según el equipo dirigido por Emi Nishimura, apoyan la teoría que la inestabilidad de los genes es un factor importante para comprender el envejecimiento en general. También son coherentes con la «hipótesis del envejecimiento de las células madre», que sostiene que los daños en el ADN de las células madre pueden ser la principal causa del deterioro gradual del organismo que la vejez ocasiona.

Los autores concluyen que el encanecimiento del cabello, el indicio más obvio del envejecimiento, puede estar causado por las respuestas al daño genómico a través de la diferenciación de las células madre. Esto sugiere que este encanecimiento fisiológico puede estar desencadenado por la acumulación de daños inevitables en el ADN. Aunque el envejecimiento celular es, pues, inexorable a largo plazo, cualquier medida que limite el estrés podría detener la pérdida prematura de color en el pelo.