Depresión después del verano

01Sep. 04

Con nuestras vacaciones llegó el relax, el fin de nuestras responsabilidades laborales, rompimos con nuestra rutina evadiéndonos a otros lugares y realizamos las más diversas actividades de ocio. Pero todo tiene un fin y ahora nos toca reincorporarnos a nuestra rutina diaria. Tenemos que volver a enfrentarnos a nuestras obligaciones familiares y laborales.

Es normal que durante los primeros días añoremos la brisa de la playa, el silencio de la montaña o la libertad de horarios. Para la gran mayoría el tren de la rutina suele hacernos olvidar todo eso en poco tiempo. Sin embargo, algunas personas acaban sintiendo tristeza y ansiedad. Algunos expertos hablan entonces de depresión post-vacaciones.

Según los expertos, en este tipo de depresión transitoria, «algunas personas experimentan sentimientos de disforia, es decir, no estar a gusto consigo mismo, no tener ganas de emprender una actividad o de reemprender la que dejaron antes de las vacaciones».

En cierta manera, esta depresión sucede a menor escala cada fin de semana. ¿Pero cuáles son los síntomas? Algunas personas presentan estados de intranquilidad, de disgustos, de estar un poco más tristes de lo normal, más ansiosos, más nerviosos, y en algún caso más cansados que antes del período de descanso.

El grado de satisfacción laboral puede influir mucho. Si a uno le encanta el trabajo que hace, las vacaciones pueden resultarle un aburrimiento y puede llegar a suceder lo contrario, tener una depresión vacacional, la persona tiene demasiadas horas por delante y no sabe qué hacer con ellas.

Para evitarla, según los expertos, lo mejor es «plantearse de la forma más racional posible el periodo de descanso, donde uno sigue su propia vida y sus propias normas, asumiendo que el trabajo es importante, y que se deben asumir las necesidades de una persona adulta. Todo se basa en racionalizar la situación.

Triste de vacaciones

Una persona dependiente de su trabajo puede sufrir lo contrario: una depresión vacacional. Cuando llega la hora de tomarse un descanso no sabe qué hacer. Quizás esconden bajo un exceso de trabajo otros problemas personales.