Desciende el número de infecciones en los hospitales

04Abr. 03

Se acaban de presentar los últimos datos del estudio EPINE sobre infecciones hospitalarias en España correspondientes al año 2002. La tasa de infecciones volvió a situarse por debajo del siete por ciento, cifra deseable en los países de la UE.

La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene ha presentado los resultados del estudio EPINE -Estudio de Prevalencia de Infecciones Hospitalarias (o nosocomiales) en España- correspondientes al pasado año 2002, en el que se confirma una óptima tasa de infecciones hospitalarias por debajo del siete por ciento, pero se advierte de los factores que en un futuro podrían hacer sobrepasar esta barrera.

El principal resultado arrojado por el estudio es la confirmación de la tendencia descendente del número de infecciones hospitalarias en España en pacientes, con una tasa el año pasado del 6,7 por ciento, «una cifra muy aceptable dentro del contexto europeo», según los representantes de esta sociedad científica.

Según el director del estudio, el doctor Josep Vaqué Rafart, «hay una caída destacable desde el 8,5 por ciento de infecciones en 1990 hasta el 6,7 por ciento en el que estamos ahora, podemos estar contentos de esta cifra», explica este especialista, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona.

Pero el doctor Rafart añade que no hay que dormirse ya que «hemos visto una serie de indicadores que nos hacen predecir que en los próximos años la cifra de infecciones hospitalarias puede crecer y superar este siete por ciento», explica.

Factores que favorecen las infecciones

El principal factor es que ha aumentado la edad media de la población hospitalizada, pues ha crecido la proporción de pacientes de más de 64 años y ha disminuído la de los grupos de menos de 16 años y la de la franja entre los 16 y los 64 años. Sin embargo, esto también «es un buen síntoma de calidad del sistema sanitario», según el doctor Rafart, pues «quiere decir que la gente joven goza cada vez de mejor salud».

Otro fenómeno que ha llamado la atención de los responsables del estudio EPINE es que el núcleo donde se concentran los pacientes con infección nosocomial es la Unidad de Cuidados Intensivos, donde ocurrieron aproximadamente el 30 por ciento de las infecciones recogidas. Aunque según Rafart «es un 30 por ciento casi inevitable ya que los pacientes de UCI son más instrumentalizados y cateterizados, lo que conlleva un riesgo elevado de infección», explica.

Los hospitales más grandes son los que recogen una tasa mayor de infecciones por pacientes ingresados, lo cuál según el doctor Rafart «es lógico ya que en los hospitales grandes se realizan intervenciones más complejas y cruentas, como transplantes». El número de nuevas infecciones descendió sobretodo en los hospitales pequeños y medianos y, en menor forma, en los grandes centros hospitalarios.

El estudio también sirvió para constatar que, a pesar de los programas para racionalizar su uso, sigue creciendo la prescripción de antibióticos. El problema de las resistencias, derivado de la automedicación, el consumo de estos fármacos en procesos en los que no están indicados y el incumplimiento de los tratamientos, hace que los gérmenes causantes de infecciones desarrollen resistencias a los fármacos disponibles, haciendo que el arsenal terapéutico existente sea cada vez menos eficaz.

El antibiótico más recetado fue amoxicilina-clavulánico, «un fenómeno notable y debido a que es un antibiótico de espectro amplio y no muy costoso», según este especialista barcelonés, quién llama la atención sobre cómo «en 1990 ya nos sorprendió la fuerte monoconcentración de un antibiótico que era utilizado en un nueve por ciento de los casos, y hoy se ha superado esa situación histórica de largo».