30Oct. 01
La lucha contra la tuberculosis puede avanzar un gran paso tras conocerse los resultados de un estudio en la revista JAMA que muestra la eficacia de la determinación de interferón gamma en sangre en el diagnóstico de la infección latente de tuberculosis. Un test que tiene grandes ventajas frente a la tradicional prueba de la tuberculina.
La identificación de las personas con infección latente de tuberculosis (LTBI, en sus siglas en inglés) es crucial para conseguir la eliminación de la tuberculosis», explican los autores de este estudio, liderado por el doctor Gerald H. Mazurek. Su trabajo concluye que «un análisis del interferón gamma en sangre, el QuantiFERON-TB, es un prometedor test in vitro para el diagnóstico de la LTBI con potenciales ventajas sobre el test cutáneo de la tuberculina (PPD)».
Su estudio se propuso comparar de forma prospectiva el test de interferon en sangre con la tradicional PPD. El trabajo se llevó a cabo con más de 1.200 pacientes adultos de 39 años de edad de media y contó con la colaboración de cinco universidades norteamericanas. Los sujetos del estudio tenían un riesgo variable de infección por el Mycobacterium tuberculosis.
Tras realizarles ambas pruebas, 390 sujetos dieron positivo en la PPD y 349 en el test de interferón gamma en sangre. La concordancia entre ambos test fue del 83 por ciento, por lo que según los autores, «el test de interferón es comparable con la PPD en la habilidad para detectar LTBI». Pero además, los resultados obtenidos con la nueva prueba tienen la ventaja de estar menos afectados por la vacuna y discrimina las respuestas debida a micobacterias no tuberculosas.
España mantiene una alta tasa de enfermos
A pesar de los avances en cuanto a profilaxis y tratamiento, que hacen que sea una enfermedad curable, la tuberculosis aún no ha conseguido ser erradicada, causando la muerte de entre dos y tres millones de enfermos en el mundo cada año. Las zonas con más índice de morbilidad son el África subsahariana, Perú, Colombia y Rusia. En Europa, la incidencia varía según el país, desde los siete casos por cien mil habitantes de Suecia a los 50 casos por cien mil habitantes de Portugal. Por ello, la tasa de España, de 40 casos por cada cien mil habitantes, sigue siendo alta.
El resumen del artículo en JAMA (Vol. 286, nº 14, 1740-1747)
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