Según los resultados de una Encuesta de opinión a usuarias de Terapia Hormonal, realizada por la Asociación Nacional para el Desarrollo de la Salud de la Mujer, 1.500 mujeres con síntomas climatéricos y terapia hormonal prescrita, el 38 por ciento de las mujeres a las que se les prescribe tratamiento hormonal no inicia la terapia por temor a los efectos secundarios.
Sin embargo, más del 90 por ciento de las mujeres que utilizan la Terapia Hormonal Sustitutiva están satisfechas por haber visto aliviados los sofocos, síntoma más frecuente asociado a la menopausia. «De las más de 8 millones de mujeres en España que tienen o superan los 50 años, edad media de la llegada de la menopausia, más del 75% sufre un deterioro en su calidad de vida y bienestar asociado a la llegada de esta etapa de la vida», destaca el profesor Javier Ferrer, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).
Ante esta situación y las últimas recomendaciones de la Sociedad Internacional de Menopausia, que avalan la seguridad y eficacia de este tipo de tratamiento utilizado para el alivio de la sintomatología climatérica y de forma individualizada según cada mujer, la AEEM ha elaborado su Posicionamiento sobre la Terapia Hormonal Sustitutiva, realizado por un grupo de expertos de la Asociación desde el punto de vista de todos aquellos trastornos de salud asociados con la menopausia que empeoran la calidad de vida de la mujer en España. A este respecto, el profesor Ferrer explica que «el uso de Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) para el manejo de los síntomas climatéricos es sólo del 4% de las mujeres que los padece, por lo que debemos seguir trabajando en informar y explicar a la mujer en qué consiste el tratamiento para que pueda beneficiarse de él, a la vez de que la concienciamos sobre la importancia de que menopausia no significa obligatoriamente peor calidad de vida».
Para concienciar a los profesionales sanitarios, las mujeres y a la sociedad en general sobre la importancia de ponerse en manos de los expertos y del tratamiento individualizado de los síntomas climatéricos para que la menopausia sea simplemente una etapa más en la vida, la AEEM celebra hoy, 18 de octubre, el Día Internacional de la Menopausia, bajo el lema Una nueva mirada a la vida. Entre las acciones que la AEEM ha organizado para conmemorar esta jornada, destaca la entrega del IV Galardón AEEM, el cual ha recaído sobre Celia Villalobos, por su labor en la difusión de la imagen de la menopausia como una etapa en la vida de la mujer plena y activa en todas sus facetas (individuales, sociales, laborales y familiares), así como de la imagen de la mujer que ha desempeñado su carrera profesional en todas y cada una de las etapas de su vida.
Posicionamiento AEEM sobre Terapia Hormonal
Recientemente, la Sociedad Internacional de Menopausia ha aclarado algunos puntos en relación a la Terapia Hormonal utilizada en mujeres posmenopáusicas, así como a algunos de los estudios sobre este tratamiento que se han publicado en los últimos años. El profesor Ferrer destaca lo más importante: «según la Sociedad Internacional de Menopausia, los resultados de los estudios publicados sobre los efectos secundarios de la Terapia Hormonal han sido extrapolados erróneamente a todas las mujeres que la utilizan y, sin embargo, esta terapia es el tratamiento más efectivo para el alivio de los síntomas vasomotores y manifestaciones urogenitales relacionadas con el déficit de estrógenos. La balanza entre beneficios y riesgos claramente se decide a favor del uso de la Terapia Hormonal en mujeres sintomáticas durante los primeros años de la posmenopausia».
«En España», explica el presidente de la AEEM, «los expertos encargados del cuidado de la mujer en la menopausia, utilizamos el tratamiento hormonal -para combatir los síntomas deteriorantes de la calidad de vida en mujeres sintomáticas durante la menopausia,- siempre por períodos inferiores a cinco años, por lo que las usuarias de este tratamiento en nuestro país deben estar tranquilas».
El Posicionamiento sobre la Terapia Hormonal Sustitutiva analiza los riesgos y beneficios de este tratamiento en relación al cáncer de mama y ovario, tromboembolismo venoso, enfermedad isquémica coronaria, ictus, función cognitiva, estado de ánimo, fracturas, sexualidad y calidad de vida. Según el doctor Rafael Sánchez Borrego, director de la Clínica Diatros de Salud de la Mujer y presidente electo de la AEEM, «en general, el Posicionamiento sobre la THS viene a concluir que el riesgo global no existe cuando se utiliza en mujeres saludables de 50 a 59 años durante menos de 5 años».
Enfermedad isquémica coronaria y cáncer de mama
Es de destacar, en este sentido, la relación entre Terapia Hormonal Sustitutiva y enfermedad isquémica coronaria. «La edad y el tiempo desde la menopausia, en el momento de inicio de la THS, son muy relevantes en relación con su efecto sobre el riesgo de enfermedad coronaria», explica el doctor Sánchez Borrego. «Así, en mujeres perimenopáusicas y en los primeros años de la menopausia, este tratamiento no supone ningún aumento de riesgo para la enfermedad coronaria e incluso existen evidencias que sugieren algún grado de beneficio. No obstante, el riesgo aumenta de forma progresiva en los subgrupos de mujeres de 60 a 69 años y de 70 a 79 años». Por otra parte, en relación al riesgo del cáncer de mama, la preocupación quizá más importante asociada a la Terapia Hormonal entre las mujeres, este experto afirma que «no hay un aumento del riesgo de cáncer de mama en mujeres de 50 a 59 años que han utilizado terapia hormonal y aunque es probable que la exposición prolongada a la THS cause un riesgo ligeramente aumentado de cáncer de mama, cabe destacar que dicho riesgo parece incrementarse cuando la terapia contiene estrógenos más gestágenos y no cuando consiste en estrógenos solos».
En cuanto a la calidad de vida, objetivo último de cualquier tratamiento en la posmenopausia, según el profesor Ferrer, «el Posicionamiento concluye que la THS tiene evidencia de eficacia en el manejo de los síntomas ligados al déficit estrogénico de la menopausia, mejorando por tanto la calidad de vida de la mujer posmenopáusica con síntomas». Por eso, teniendo en cuenta el bienestar de cada mujer, en palabras del doctor Sánchez Borrego, «ante la posibilidad de prescripción de este tipo de tratamiento, debemos ofrecer a las mujeres con síntomas menopáusicos significantes una valoración del riesgo global para todas las potenciales complicaciones de la terapia hormonal. Esta evaluación no sólo debe enfocarse en realizar una historia clínica completa sino también debe incluir una valoración del perfil lipídico, dado que las mujeres con concentraciones aumentadas de lipoproteínas de baja-densidad (LDL- colesterol) parecen tener un riesgo particularmente alto para los eventos cardiovasculares asociados con la Terapia Hormonal. Asimismo, independientemente de utilizar o no esta terapia se debe realizar una mamografía anual a todas las mujeres mayores de 50 años».
Menopausia y enfermedades más frecuentes
Enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, tumores ginecológicos y Enfermedad de Alzheimer son algunas patologías cuyo riesgo de aparición aumenta con la llegada de la menopausia. «De estas patologías», explica el profesor Ferrer, «la patología osteoarticular es una de las que más preocupa a los ginecólogos». En nuestro país, alrededor de 2 millones y medio de mujeres padecen osteoporosis, estimándose que una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedad.
Sin embargo, la enfermedad más frecuente tras la menopausia es la patología cardiovascular. La adopción de ciertos hábitos por parte de la mujer y el aumento de la prevalencia del síndrome metabólico están incrementando la frecuencia de trastornos del corazón y del sistema cardiovascular en este colectivo de la población. No obstante, «la patología que más preocupa a la mujer es el cáncer de mama el cual no guarda una relación estricta con la menopausia sino con la edad», afirma el profesor Ferrer. En España, éste es el tumor maligno más frecuente, seguido del colorrectal y el de endometrio.
Asimismo, dentro del concepto de calidad de vida, cada vez adquiere para la mujer una mayor relevancia la sexualidad. Desde los 20 años hasta la edad de aparición de la menopausia se produce un descenso en los niveles de testosterona de casi un 50%. Ésta reducción en la producción de testosterona por el ovario en la menopausia se asocia con el síndrome del Déficit Androgénico Relativo (DAR), que conlleva cambios específicos, como pérdida global del deseo sexual, disminución de la sensibilidad al estímulo sexual en los pezones y clítoris, disminución de la excitabilidad y de la capacidad del orgasmo, pérdida del tono muscular, disminución de la energía vital, pérdida de vello pubiano y piel seca.
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