Se celebra el Día Mundial de la Diabetes bajo el lema Diabetes en niños y adolescentes, con el objetivo de aumentar el conocimiento de esta enfermedad en los más pequeños así como fomentar estilos de vida saludables que ayuden a prevenir la aparición de diabetes tipo 2 en población infantil.
Aunque se trata de una enfermedad sobradamente conocida en la población adulta, cuando se habla de niños y adolescentes con diabetes todavía existe cierto desconocimiento entorno a la atención que necesitan y las limitaciones que provoca la diabetes a los más pequeños.
Así pues, en primer lugar conviene dejar bien claro algunos conceptos. Por ejemplo, que a diferencia de lo que sucede en los adultos, en los que se da mayoritariamente la incidencia de diabetes tipo 2, en el caso de los niños diabéticos, el 95 por ciento padece diabetes mellitus tipo 1.
En este sentido, la Dra. Marisa Torres, Directora de la Unidad de Diabetes del Hospital San Joan de Déu de Barcelona, explica que «en la diabetes tipo 1 que afecta a los niños y adolescentes, el problema es un fallo en la fabricación de insulina por parte del páncreas debido a un fenómeno inmunológico que lleva a la destrucción de las células beta de páncreas responsables de la fabricación de la insulina. En este caso, el tratamiento por tanto, siempre es la inyección de insulina».
Y en cambio, «los adultos que presentan diabetes mellitus tipo 2 no tienen déficit de insulina habitualmente, sino que el problema se basa en una mala actuación de la misma, muchas veces a consecuencia de la obesidad, por tanto el tratamiento se basa en la dieta, el ejercicio físico y el control de peso. El tratamiento médico se realiza principalmente con antidiabéticos orales, y sólo en fases más avanzadas puede ser necesaria la insulina pinchada», explica la Dra. Torres.
Por otro lado, «el incremento de la obesidad unido a factores de predisposición genética y al sedentarismo de los niños y adolescentes está favoreciendo la aparición de casos de diabetes mellitus tipo 2 en la población infantil» alerta esta especialista.
Dificultades en el control y el tratamiento de la diabetes infantil
Los niños se han de controlar, como mínimo, antes de cada comida y al acostarse. «También se aconseja realizar controles nocturnos de vez en cuado para asegurarse que no existen hipoglucemias durante este periodo», añade la experta.
Un problema de especial importancia en el control de la diabetes mellitus tipo 1 en niños es la presencia de hipoglucemias dada la incapacidad de niños pequeños para detectarlas y tratarlas solos. Es necesaria la colaboración de adultos responsables hasta que el niño no sea capaz de identificar y tratar las mismas.
¿Cómo es la calidad de vida de los niños diabéticos?
La diabetes bien controlada permite al paciente llevar una vida normal. Esto, sin embargo, se consigue realizándose controles de glucemia y administrando las dosis de insulina que precisan.
No obstante, el diagnóstico de la diabetes tiene, por lo general, un gran impacto sobre los jóvenes. Muchos no aceptan esta enfermedad y se rebelan contra ella. En particular para los jóvenes y los adolescentes, las repercusiones del diagnóstico de la diabetes son muy complejas.
La enfermedad puede cambiar la percepción de la vida de los jóvenes. La medición de la glucemia, la administración de fármacos, los cambios en la dieta y las inyecciones de insulina formarán parte de su vida cotidiana a partir de ahora. Los efectos psicológicos de la enfermedad tienen un gran impacto sobre los afectados y su entorno, pues la diabetes les acompañará para siempre (en los deportes, en las excursiones escolares o al comenzar una carrera profesional).
Es importante que los niños diabéticos comprendan que tener diabetes no constituye necesariamente un impedimento y que sus padres se sientan apoyados.
«En el colegio el niño pasa gran parte de sus horas y es necesario, sobre todo en los niños pequeños, que el personal que está habitualmente con el niño reciba información clara y sencilla de los síntomas de alarma que puede presentar un niño y cómo actuar», recuerda la Dra. Marisa Torres.
«En el caso de niños pequeños deberían saber hacer glucemias capilares. El tema de la inyección de insulina en la escuela por parte de un profesor o monitor es un tema que sigue en debate a nivel de las administraciones que necesita ser aclarado para asegurar una escolarización correcta del niño, así como la implicación en sus actividades extraescolares como, por ejemplo, excursiones», comenta.
El deporte es muy aconsejable para todos y también para el niño y adolescente con diabetes. Sin embargo, «para que su efecto sea beneficioso sobre los niveles de glucosa es necesario que el paciente esté bien controlado», recuerda la Dra. Torres. Es decir, «en un paciente que no realiza bien su tratamiento con insulina, el ejercicio físico puede incluso llegar a estar contraindicado», advierte.
En este sentido, recientemente se ha celebrado la segunda edición de la Junior Cup , un campeonato europeo de fútbol para jóvenes diabéticos. Una prueba de que la diabetes no les impide disfrutar de la vida y hacer lo que les gusta.
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