El 37,5 por ciento de los pacientes infectados por VIH son diagnosticados cuando su sistema inmunológico está muy debilitado, según el Grupo de Estudio del Sida (GESIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Por ello, recomiendan que todos aquellos que hayan tenido una práctica de riesgo se hagan la prueba del VIH/sida. Y es que según los últimos datos epidemiológicos, más del 80 por ciento de las nuevas infecciones del VIH se contrajeron por vía sexual.
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que agrupa a la mayoría de los microbiólogos clínicos y especialistas en enfermedades infecciosas advierte, con motivo de la celebración del Día Mundial del Sida, de la importancia de realizar la prueba del VIH a todas las personas que hayan mantenido relaciones sexuales sin protección.
GESIDA, el grupo de estudio de la SEIMC dedicado a la investigación del VIH/sida, destaca que los médicos suelen detectar la enfermedad cuando el sistema inmunológico de los pacientes está demasiado debilitado. Según los últimos datos disponibles, a casi un 40 por ciento de los pacientes se les detecta el VIH demasiado tarde. Los pacientes que se encuentran en dicha situación pueden beneficiarse menos de los tratamientos y presentan mayor riesgo de complicaciones.
Este diagnóstico tardío es especialmente preocupante en heterosexuales (42,4 por ciento) y sobre todo en los mayores de 55 años. Dicha circunstancia tiene una gran trascendencia epidemiológica y clínica ya que el riesgo de transmitir la infección es mucho más elevado en los pacientes que se diagnostican tarde. Además, dichos pacientes, están expuestos a sufrir múltiples enfermedades y complicaciones que podrían evitarse si se diagnosticasen antes e iniciasen el tratamiento antirretroviral más precozmente.
Por todo ello, el Dr. Fernando Lozano, presidente de GESIDA, afirma que: «desde nuestra sociedad científica insistimos una vez más en que todas las personas que hayan tenido prácticas consideradas de riesgo, como el haber mantenido relaciones sexuales sin protección, se hagan la prueba del VIH y no esperen a que aparezcan los síntomas de la enfermedad para realizársela. Además, es preciso potenciar los programas de prevención para los varones homosexuales y desarrollar programas adecuados para inmigrantes, pues son los colectivos en que se diagnostican nuevos casos de infección por VIH con mayor frecuencia».
El contagio por transmisión sexual sigue siendo el más frecuente
Según los datos epidemiológicos disponibles, más del 80% de las nuevas infecciones del VIH se contrajeron por vía sexual mientras que solo el 20 por ciento tenía antecedentes de uso de drogas inyectadas. Además, el 37 por ciento de estos pacientes provenían de lugares diferentes a España, fundamentalmente de América Latina (14,4 por ciento) y África Subsahariana (11,5 por ciento).
Según estos datos, los hombres homosexuales/bisexuales con una infección reciente por VIH son mayoritariamente españoles o latinoamericanos; cuentan con un nivel educativo más elevado que en otras categorías de transmisión y su situación clínica es mejor, con menor proporción de casos de sida en el momento del diagnóstico. Las mujeres heterosexuales tienen una situación clínica buena, son más jóvenes cuando se les detecta la enfermedad y entre ellas es mayor la proporción de inmigrantes. La peor parte se la llevan los hombres heterosexuales, que acuden con más edad y con un estado de salud más delicado. Tienen un nivel educativo más bajo y casi un tercio provienen de fuera de España.
Para el Dr. Lozano, «en torno a la transmisión del VIH existe una relajación preocupante, que afecta más a la generación que no vivió los años duros del sida. La falta de percepción del riesgo es especialmente grave entre los varones homosexuales jóvenes. Por ello, desde GESIDA y SEIMC se pide también a los profesionales sanitarios un mayor índice de sospecha de infección por VIH, especialmente en personas con prácticas de riesgo no seguras».
La importancia de comenzar el tratamiento lo antes posible
Hasta ahora, los tratamientos sólo se iniciaban cuando se confirmaba un deterioro inmunológico importante (menos de 350 linfocitos CD4) debido al riesgo de toxicidad de los fármacos y la complejidad de un tratamiento que se debe mantener de por vida. Sin embargo, la mejor tolerabilidad de los fármacos usados en la actualidad, la simplificación de los tratamientos y la constatación de que permanecer sin tratamiento incrementa el riesgo de complicaciones aún con una buena situación inmunológica, hace que se tienda a empezar el tratamiento de forma más precoz, sin esperar a que se produzca deterioro inmunológico.
La disponibilidad de nuevos fármacos y la optimización del uso de los existentes ha hecho posible que en la actualidad la mayoría de los pacientes puedan ser tratados con regímenes de tratamiento muy simples y administrados una única vez al día, algo que parecía utópico hace tan sólo unos años. Todo ello ha permitido que un porcentaje muy elevado de las personas que realizan tratamiento antirretroviral, mantengan el virus en situación latente y la infección totalmente controlada.
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