Dificultades en el tratamiento de la diabetes

Uno de los principales problemas en el tratamiento de la diabetes es conocer el funcionamiento de los factores que determinan la evolución de la enfermedad para intentar actuar sobre ella. Estos factores son la disfunción de las células beta pancreáticas y la resistencia a la insulina.

La estrategia fundamental para encontrar fármacos para la diabetes ha de tener una base fundamentalmente fisiopatológica puesto que no se conocen las causas de esta enfermedad. «De los múltiples mecanismos que pueden llevar a la diabetes están el aumento en la producción hepática de glucosa, un déficit en la secreción de insulina y el tejido adiposo que juega un papel importante», afirma el Dr. Ramón Gomis, Jefe de la Unidad de Endocrinología y Diabetes del Hospital Clínic de Barcelona y Presidente de la Sociedad Española de Diabetes. Por tanto, los medicamentos que se desarrollen han de ir en este sentido.

Pero un solo fármaco no es suficiente para el control de la diabetes como ha demostrado el estudio United Kingdom Prospective Diabtetes Study (UKPDS), diseñado para conocer mejor la evolución de los pacientes diabéticos tipo 2 en respuesta a los tratamientos convencionales.

Tanto la resistencia a la insulina como el deterioro de la célula beta posiblemente contribuyen a que las terapias tradicionales fracasen a largo plazo en mantener el control glucémico. Y es que cuando se usa una dosis máxima de metmorfina o sulfonilurea como monoterapia, sólo el 25 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 lograrán un control aceptable de la concentración de glucosa. Incluso los pacientes con una buena respuesta inicial a estos hipoglucemiantes orales requerirán al final una terapia de combinación. Según datos del UKPDS, tras tres años de terapia, sólo la mitad de los pacientes tratados con un solo fármaco mostraban una HbA1c por debajo de 7.

Además de la relación entre la resistencia a la insulina con el progresivo deterioro del control glucémico, hay que destacar que también se relaciona con la aparición de síndrome metabólico, es decir, hipertensión, obesidad central, microalbuminuria, etc. Por tanto, el riesgo cardiovascular de estos pacientes se multiplica y alcanzar los objetivos de control glucémico es vital para prevenir complicaciones cardiovasculares. Del mismo modo que cuando dieta y ejercicio no son suficientes para este control se recurre a los fármacos, la terapia de combinación debe iniciarse tan pronto como se detecte una pérdida del control glucémico para optimizar el tratamiento.

Nuevos horizontes terapéuticos

En el marco del Seminario Diabetes Tipo 2: epidemiología, fisiopatología y criterios diagnósticos celebrado recientemente en Sevilla con la colaboración del laboratorio GlaxoSmithKline, el Dr. Gomis hizo un repaso a los nuevos avances en la investigación de fármacos para tratar la diabetes.

Por un lado, hay una línea clásica que es encontrar nuevos fármacos para el tratamiento de la diabetes que actúan amplificando las señales de la insulina que actúan sobre otras hormonas como GLP1 (péptido-1 semejante al glucagón) , que es una hormona que se segrega en el tubo digestivo.

Por otro lado, se han intentado diseñar nuevos fármacos que desde un punto de vista fisiopatológico actuaran sobre las dos dianas principales y que pudieran ser beneficiosos en monoterapia y en combinación. En este sentido, el Dr. Gomis explica que «una de las dianas importante que se ha investigado ha sido la diana del receptor de PPAR-gamma (receptor gamma activado por el proliferador de peroxisomas), un receptor que cuando se activa modifica genes y por tanto tiene un papel de inductor de cambios más estructurales incluso remodelando los tejidos».

Ya se conocía que los fibratos actuaban sobre el PPAR- alfa y ahora se han descubierto las glitazonas que actúan sobre el PPAR-gamma. «Hoy día hay fármacos que se desarrollan actuando sobre ambos PPAR con la idea de que actuando sobre ambos se podría mejorar el patrón lipídico y a la vez disminuir la glicemia», concluye.

Respecto a los tratamientos en fase experimental, este experto destaca «la posibilidad de trasplantar células capaces de producir insulina o ser capaces de evitar la muerte de a células que producen insulina o regenerarlas».

Diagnóstico precoz

Uno de los principales problemas de la diabetes es que el diagnóstico llega tarde, muy a menudo, cuando las células beta pancreáticas se han deteriorado de forma considerable.

Si la diabetes se diagnóstica de forma precoz, basta con el ejercicio y la dieta para mantener unos controles óptimos. Pero cuando estos hábitos saludables ya no dan el resultado esperado debe entrar en juego el tratamiento farmacológico una vez estudiado cada caso de forma individual puesto que por un lado, existe una amplia gama de fármacos y, por el otro, se deben conocer las enfermedades asociadas que pueda padecer cada paciente.

En opinión del doctor Gomis, se debería contemplar la opción de pasar con más facilidad de la monoterapia a dosis combinadas de dos medicamentos, e incluso introducir más temprano la insulina siguiendo un esquema similar al tratamiento de la hipertensión».