13Feb. 06
Las mujeres con osteoporosis cuentan con un nuevo fármaco que incorpora por primera vez la dosis semanal de vitamina D necesaria para prevenir las fracturas osteoporóticas. Se trata del compuesto Alendronato de 70 mg que, unido a una correcta alimentación, constituye una buena alternativa para acabar con el déficit generalizado que sufren estas pacientes en esta vitamina, y que agrava el riesgo de sufrir fracturas de cadera y columna.
Según recientes estudios internacionales, nueve de cada diez mujeres con osteoporosis presentan un déficit en vitamina D lo que multiplica su riesgo de fracturas óseas propias de esta patología. Para resolver este déficit generalizado y para prevenir las fracturas de cadera y columna, ya está disponible un nuevo fármaco, el Alendronato de 70 mg cuya novedad es «la incorporación de la dosis semanal de vitamina D recomendada por la Academia Americana del Medicamento para asegurar el dintel necesario para estas pacientes», ha detallado el doctor José Manuel Quesada, Jefe de la Unidad de Metabolismo Mineral del Hospital Reina Sofía, en una reunión reciente de expertos.
Para tratar la osteoporosis, todas las sociedades médicas coinciden en recomendar la administración de vitamina D y calcio, «se trata de una parte ineludible del tratamiento de estas pacientes», recuerda el doctor Quesada. Sin embargo, hasta la fecha se hacía una administración independiente del resto de fármacos, para combatir la osteoporosis.
Por otro lado, como explica el especialista, la toma de este nuevo medicamento «no es incompatible con una alimentación suplementada con vitamina D y calcio». De hecho, el margen de seguridad de vitamina D es muy alto -ronda entorno a las 10.000 unidades diarias- «mientras que con este fármaco se consiguen 400 unidades», detalla el doctor Quesada.
Alerta: déficit mundial en vitamina D
Actualmente, «la mayor parte de la población de todo el mundo, incluida la de los países tropicales, sufre un gran déficit en vitamina D», alerta el doctor Quesada. Y en España en concreto, independientemente de la latitud, «el déficit alcanza el 60-80 por ciento de las mujeres que han superado la menopausia y que no han efectuado ningún tipo de tratamiento médico», destaca el especialista.
El déficit en vitamina D en estas mujeres que han pasado la menopausia atiende a múltiples razones. En primer lugar, «el tiempo de exposición al sol suele ser insuficiente y esos minutos están condicionados por el alto factor de protección solar que utilizan, por recomendación de las sociedades de Dermatología para prevenir patologías de la piel como el melanoma que están en aumento». Este alto factor «impide la acción de los rayos del sol sobre la piel y que nuestro organismo obtenga, por tanto, vitamina D». Además, «hay pocos alimentos que contengan vitamina D y la cantidad que disponen es escasa». Este hecho «unido a que la capacidad de absorción de vitamina D disminuye mucho con el envejecimiento, hace que se multiplique enormemente el riesgo de sufrir fracturas por osteoporosis», advierte el especialista.
Potenciar el consumo de la vitamina D desde la infancia
Como sucede con problemas como la obesidad y el colesterol, los pacientes no deben esperar a la edad adulta para trabajar unos buenos hábitos saludables. Es importante que «desde la infancia se estimule la toma de alimentos que contengan calcio -leches y sus derivados- , vitamina D, así como asegurarnos una práctica regular de ejercicio físico diario, entre otros», recuerda el doctor Quesada.
Asimismo, «también se debe estimular desde pequeños la no adquisición de hábitos poco saludables para nuestros huesos, como el tabaquismo y el alcohol». En este sentido, el tabaco inhibe el reclutamiento y la actuación de los osteoblastos para la formación de nuevo hueso y «es un factor de riesgo reconocido para el desarrollo de la osteoporosis», explica el doctor Quesada. En el caso del alcohol, sólo es perjudicial cuando «se consume en exceso; mientras que un vaso de vino o de whisky al día, en el caso de los adultos, sería un factor estimulante para su masa ósea».
Por ello, hay que recordar a las familias y pacientes que se deben comenzar estos hábitos de vida saludables desde la infancia, «van ayudar al niño a que tenga un pico de masa ósea alto y, por tanto, un menor riesgo de osteoporosis al llegar a la madurez», concluye el especialista.
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