Dos estudios cuestionan que las vitaminas antioxidantes protejan frente a la enfermedad cardiovascular

Dos estudios diferentes, en Estados Unidos y en Australia, cuestionan el beneficio de las vitaminas antioxidantes en la prevención de la enfermedad coronaria, pidiendo que se centren esfuerzos en otras estrategias de eficacia probada como promover el abandono del tabaco, el ejercicio o una dieta baja en colesterol.

A pesar de los estudios que sugerían que la vitamina E podría reducir la arteriosclerosis íntima-media en hombres, los resultados de un reciente estudio australiano no han observado que los antioxidantes reduzcan el riesgo de arteriosclerosis carotídea, publicando sus resultados en el Journal of the American College of Cardiology.

El estudio, dirigido por el doctor Peter L. Thompson, del Sir Charles Gairdner Hospital en la localidad de Nedlands, Australia, ha recogido datos de 1.111 hombres y mujeres de 27 a 77 años, como parte del Perth Carotid Ultrasoud Disease Assessment Study.

Según sus autores, los resultados que han obtenido no apoyan de forma convincente la creencia común de que la ingesta de antioxidantes como la vitamina E previene el infarto coronario. Según sus resultados, existe una débil asociación inversa entre el espesor de la capa íntima y media de la arteria carotídea y el licopeno en plasma en las mujeres, pero no en los hombres. Tampoco el espesor de la íntima en otras arterias se asoció con licopeno o con ingesta de vitamina A, vitamina C, alfa-caroteno o beta- caroteno, según los investigadores.

En opinión de este equipo de investigadores, sus resultados muestran que no es obligatorio la inclusión de vitaminas antioxidantes en las estrategias de prevención de la enfermedad cardiovascular, recomendando que se centren más los esfuerzos en otras estrategias preventivas de eficacia comprobada como dejar de fumar, realizar ejercicio o limitar el consumo de productos con colesterol.

Más evidencias

Un segundo estudio en Estados Unidos también ha cuestionado los beneficios de los antioxidantes. Según sus autores, su intención era estudiar «la eficacia de simvastatina-niacina y de la terapia con vitaminas antioxidantes (solas o conjuntamente) para la protección cardiovascular de pacientes con enfermedad cardiovascular». Sus resultados han sido publicados en The New England Journal of Medicine.

Este equipo de investigadores, de diferentes universidades norteamericanas, estudió durante tres años a 160 de estos pacientes y se les asignó de forma randomizada una de estas cuatro opciones: simvastastina más niacina, antioxidantes, una combinación de simvastatina-niacina más antioxidantes o placebo.

En el grupo que tomó antioxidantes o placebo, no se constataron alteraciones de los niveles de colesterol LDL y HDL, mientras que estos niveles cambiaron substancialmente en el grupo de simvastatina-niacina. Según sus conclusiones, la suma de simvastatina y niacina otorga «un beneficio mesurable de forma clínica y angiográfica en pacientes con enfermedad coronaria, mientras que el uso de antioxidantes en estos casos debe ser cuestionado».