El 16 por ciento de los informes de asistencia en urgencias plantean dificultades importantes de interpretación y legibilidad

Según un estudio realizado por investigadores del IDIBAPS en diversos hospitales de Barcelona, sólo el 39 por ciento de los informes de urgencias analizados contuvo información suficiente y legible. Para mejorar la calidad de estos documentos este equipo propone que se tomen acciones encaminadas a la normalización y automatización del proceso de elaboración.

Los informes de asistencia en los servicios de urgencias hospitalarios se redactan habitualmente a mano, en un entorno en que, por las características de la atención que se presta, el soporte administrativo es precario y el tiempo disponible escaso. En ocasiones, estos informes contienen datos insuficientes y puede ser confuso leerlos y comprenderlos. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio coordinado por el profesor Miquel Ángel Asenjo, director técnico del Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Institut d»Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS).

Los resultados de este trabajo indican que el 39 por ciento de los informes analizados resultaron ser comprensibles, el 45 planteó dificultades de grado intermedio y fue bastante complicado descifrar el 16 por ciento de documentos restante. Estas cifras se basan en una muestra de 11.188 informes representativos de las urgencias atendidas durante un año en seis hospitales del área de Barcelona. Concretamente, se seleccionó de manera aleatoria el Hospital General de Vall d»Hebron, el Hospital Clínic de Barcelona, los hospitales del Institut Municipal d»Assitència Sanitaria (Hospital del Mar y Hospital de l»Esperança), el Hospital Germans Trias i Pujol y el Hospital de Sant Joan de Déu.

Estas conclusiones, publicadas en Medicina Clínica , forman parte de un proyecto de investigación financiado por la Agencia d»Avaluació de Tecnología i Recerca Mèdiques de Catalunya dirigido a determinar la complejidad clínica de los procesos atendidos en urgencias mediante la aplicación de un sistema de clasificación de pacientes, los «ambulatory patient groups» (AGP). El proceso ha consistido en la evaluación del grado de comprensión y de la información aportada por los documentos de asistencia para la confección de un conjunto mínimo básico de datos del alta de urgencias (CMBDAU), imprescindible para la aplicación posterior de los APG.

Finalmente, los autores concluyen que la calidad formal y la exhaustividad de la información recogida en los informes de urgencias puede influir decisivamente en su interpretación y, por lo tanto, puede condicionar los resultados obtenidos en sus diversas aplicaciones posteriores, dirigidas a la codificación. Para mejorar la calidad de los informes de urgencias, proponen que se potencien los proyectos encaminados a la normalización y automatización de su proceso de elaboración.