24Jul. 03
Según el primer "Estudio Sociosanitario sobre DMAE y MP" realizado en España y presentado recientemente en Madrid, estas enfermedades suelen provocar una importante secuela de trastornos psicológicos en el paciente debido a los problemas físicos que ocasionan. Además, el estudio revela el desconocimiento que tiene la población de estas patologías aún cuando la DMAE es la primera causa de ceguera legal en las personas mayores de los países occidentales.
La degeneración macular es una enfermedad que afecta al centro de la retina, llamado mácula, que es la parte responsable de la función visual «fina» y la zona donde la visión adquiere perspectiva de espacio. Su patología más frecuente es la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) en la que, al mirar directamente un objeto, éste se ve deformado y nebuloso mientras que la visión periférica se mantiene. Tanto la DMAE como la Miopía Patológica (MP) implican la pérdida de la visión de detalle e impiden la realización de actividades cotidianas como leer, ver la televisión o incluso trabajar.
Alrededor del 40 por ciento de las personas con DMAE o MP, dos de las principales causas de pérdida severa de visión, padece depresión, además de otros sentimientos de frustración, como sensación de impotencia (39,2 por ciento de pacientes con DMAE y 47,9 por ciento con MP), inseguridad (38,5 por ciento de pacientes con DMAE y 45,5 por ciento con MP) y sentimiento de dependencia (30 por ciento de pacientes con DMAE y 38 por ciento con MP). Estos son datos del «Estudio Sociosanitario sobre DMAE y MP» promovido por la Unidad de Oftalmología de Novartis y que, según palabras del doctor Antoni Serra, de Novartis Ophtalmics, se hizo con los objetivos de «dar a conocer las peculiaridades, grado de conocimiento y alcance de la enfermedad en la población general».
Cifras en España
En España se estima que la cifra de afectados por la DMAE supera a las 300.000 personas y que más de tres millones están en riesgo de llegar a padecerla en los próximos años. Según el estudio, el tres por ciento de los pacientes con DMAE no ve nada, el 17 por ciento sólo es capaz de ver la luz sin distinguir objetos y el 38 por ciento sólo percibe su contorno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que en las próximas décadas la enfermedad triplicará su prevalencia como consecuencia del incremento de la longevidad de las sociedades industrializadas, pudiendo convertirse en uno de los problemas sociosanitarios del siglo XXI. Aún así, la sensibilidad social frente a las enfermedades de la visión es escasa. Según lo expuesto en este estudio, sólo el 0,6 por ciento de los encuestados mayores de 18 años citó espontáneamente las patologías de la vista considerándolas «graves», muy por abajo en una lista encabezada por el cáncer, el SIDA y las enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, al preguntar en concreto por las enfermedades de la visión, sin sugerir ninguna patología en particular, sólo un 1,2 por ciento de los participantes citó la Degeneración Macular Asociada a la Edad y un 0,3 por ciento la Miopía Patológica.
Terapia Fotodinámica
En el estudio participaron 1.000 personas pertenecientes a población general, más de 250 pacientes con DMAE y MP, alrededor de 400 oftalmólogos y 125 especialistas en retina. Del grupo de especialistas, el 98,2 por ciento de los consultados consideró aplicable la Terapia Fotodinámica con verteporfina, siendo la que abarca un espectro más amplio de pacientes, puesto que, como promedio, se considera que puede ser utilizada en un 78 por ciento de los casos.
Esta terapia consiste en la administración por vía endovenosa de la sustancia verteporfina que posteriormente es activada mediante la aplicación en el ojo de un láser no térmico. Este láser induce el cierre de los nuevos vasos evitando una mayor pérdida de visión.
En opinión del doctor Antonio Martínez Maroto, jefe de Servicio de Seguimiento del plan Gerontológico del Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO), «el Estudio Sociosanitario sobre DMAE y MP nos abre una vía de gran ayuda en el conocimiento de ambas patologías y en la concienciación de nuestros mayores y de la sociedad de la importancia de detectaras y tratarlas cuanto antes». La mayor parte de pacientes de DMAE son mayores de 65 años, y el 70 por ciento de los de MP están entre los 30 y los 65. Ambas son enfermedades de larga duración que se suelen medir en décadas y que afectan a la calidad de vida del paciente. La mejor manera de frenarlas es a través de la prevención, asistiendo a revisiones periódicas. De lo contrario, se pueden dar situaciones como la actual. Según datos del estudio, el 90 por ciento de los retinólogos consultados afirma que el estado de los pacientes que llegan a sus consultas con DMAE es malo o muy malo.
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