04Mar. 05
En España se han duplicado las operaciones de aumento de pecho, aunque el volumen que solicitan hoy muchas pacientes queda lejos la talla cien que se demandaba en los años 90. Actualmente, el 40 por ciento de las mujeres que se operan lo hacen después del embarazo, para recuperar la forma de sus senos o agrandarlo. Todas ellas buscan un resultado "natural y armónico" con su propio cuerpo, expresaron cirujanos del Centro Médico Téknon de Barcelona y del Hospial Montepríncipe de Madrid.
El 40 por ciento de mujeres que se hacen un aumento de senos lo hace con el objetivo de «recuperar su forma o agrandarlos después del embarazo y la lactancia», afirmaron el doctor José Maria Palacín del Centro Médico Teknon de Barcelona y el doctor José Luis Martín Del Yerro, del Hospital Montepríncipe de Madrid, ambos cirujanos plásticos. En muchos casos, «se trata de mujeres de unos 30-35 años, preocupadas por su imagen, que han perdido la forma inicial de su seno tras la maternidad y la lactancia; pero también hay mujeres que quieren más pecho, después de descubrirse durante el embarazo con un volumen superior de sus senos», afirma el doctor Martín.
La segunda causa de aumento de senos es para corregir deformidades y asimetrías de origen genético, sobre todo «en chicas jóvenes que, después de cumplir los 18 años y una vez el pecho se ha desarrollado completamente, presentan grandes diferencias de volumen». Según los especialistas, «estas mujeres acuden a nuestra consulta con un gran problema de baja autoestima, ya que para ellas el hecho de tener poco pecho o tenerlo asimétrico o caído, les coarta mucho en sus relaciones personales», destaca el doctor Del Yerro. En este sentido, «el hecho de no tener los dos senos igual o tenerlos pequeños les causa verdaderos problemas psicológicos». Respecto a las chicas muy jóvenes que quieren operarse y que muchas veces recalan en centros sin las suficientes garantías, ambos especialistas advirtieron que «es un error hacerlo antes de los 18 años», según el código ético de la Sociedad Española de Cirugía Plástica. En este sentido, recomiendan «esperar a que la glándula mamaria se haya desarrollado completamente».
Centros sin garantías
Por otro lado, ambos cirujanos denunciaron a los centros de cirugía estética, «como esas conocidas corporaciones», que ofrecen una primera visita gratis o que intentan captar la atención de las pacientes a través de publicidad engañosa. En la mayoría de los casos, «no son profesionales cualificados para realizar cirugía de aumento de pecho y, además, esas primeras visitas son atendidas por comerciales, personas que ni tan siquiera son médicos y que no están interesados en hacer un diagnóstico pues cobran una comisión por acto médico que cierran», alertaron ambos especialistas.
Prótesis de gel cohesivo
Mientras en Estados Unidos y Latinoamérica, las mujeres que se operan siguen demandando grandes implantes para sus senos -prótesis de 200 y 300 gramos-, actualmente el gusto por unos pechos de talla 100 ha pasado a la historia. «El volumen del seno es uno de los principales cambios que ha experimentado las operaciones de mama en nuestro país», explicaron ambos especialistas. Así, mientras en la década de los noventa lo habitual era que las mujeres saliesen del quirófano con una prótesis parecida a una talla 100 del sujetador, «ahora predomina un gusto por la talla 90-95, para conseguir una mama más proporcionada y armónica con el cuerpo de la mujer».
De hecho, en los últimos años, «muchos cirujanos han realizado reducciones de pecho a mujeres que anteriormente se habían sometido a aumentos excesivos». En este sentido, «lo que aguanta la prótesis es la propia estructura del pecho y si la mama pesa mucho, con el tiempo acaba cayendo», concluye el doctor Palacín.
La fabricación de prótesis mamarias también ha evolucionado. En estos momentos se realizan prótesis «más personalizadas para darles la forma más adecuada a la constitución de la paciente», afirma el doctor Del Yerro. Además, se han incorporado nuevos materiales de fabricación de implantes. En este sentido, «se aconsejan las prótesis de gel cohesivo ya que son definitivas y no se deben cambiar antes de los doce años, como el resto de implantes del mercado», concluye Del Yerro.
Finalmente, ambos cirujanos afirmaron rechazar a aproximadamente un 15 por ciento de las pacientes tras la primera visita y el proceso de diagnóstico, si el motivo de ese acto médico no estaba suficientemente justificado.
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