El agua, esencial en el deporte

El deporte, a cualquier nivel, conlleva una pérdida de líquidos que hay que compensar para evitar la deshidratación. El doctor Pere Galilea, del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona), donde se preparan algunos de nuestros representantes olímpicos, explica la importancia de reponer líquidos.

Detrás de cualquier entrenamiento o actuación de un deportista de elite hay un especialista en nutrición, que entre otros, planifica una ingesta de agua suficiente para evitar su deshidratación. Pero no sólo los deportistas profesionales, sino cualquier persona que realiza algún tipo de ejercicio físico debe tener en cuenta que debe beber agua en cantidades suficientes para reponer los líquidos perdidos durante el esfuerzo.

Durante la actividad física los músculos trabajan y se produce un creciente calor que hace aumentar la temperatura corporal. La eliminación de ese calor se hace a través de la evaporación, mediante el sistema sudoral. «Pero cuando el ejercicio físico es prolongado y continuado, la eliminación del calor corporal mediante el sudor puede llevarnos a una progresiva deshidratación, por lo que es importante reponer líquidos», explica el doctor Pere Galilea.

Algunos de los factores que pueden favorecer también la deshidratación son la temperatura del ambiente y el nivel de humedad ambiental, además de la preparación del individuo y la efectividad de su sistema sudoral. «Otro consejo es llevar ropa transpirable y ligera que nos ayude a eliminar el calor y nos facilite los movimientos», añade el doctor Galilea.

Por ejemplo, cuando el ejercicio físico se desarrolla en varias fases, «como en un campeonato de fútbol sala», continúa este especialista, «si nos detenemos y no nos rehidratamos adecuadamente, la deshidratación aumenta de forma progresiva y aparecen sus efectos». Esos efectos en nuestro organismo son, entre otros, una disminución del rendimiento, dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas e incluso pérdida de conciencia.

Aunque la consecuencia más grave es el golpe de calor, donde la rehidratación es una urgencia, pues «puede estar incluso en juego la vida del deportista o de la persona que haga ejercicio», advierte el doctor Galilea. El agua sería suficiente para rehidratarnos durante los ejercicios cortos, de hasta 45 minutos. Pero a partir de ese tiempo, es necesario ya un aporte añadido de hidratos de carbono y «los más sencillos serían zumos de frutas», añade el doctor Galilea, aunque en estos ejercicios largos el agua también es necesaria durante los mismos.