El cáncer colorrectal, el tercer tipo más frecuente en España

El cáncer colorrectal representa la segunda causa de mortalidad por cáncer en hombres y mujeres, después del cáncer de pulmón en el varón y del de mama en la mujer. Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2000 se produjeron 944.717 nuevos casos en todo el mundo.

Actualmente, en el momento del diagnóstico, entre el 20 y el 35 por ciento de los casos se presentan con metástasis y en estado avanzado. En estos casos, el índice de supervivencia es realmente bajo. Sin embargo, en aquellas personas en las que el tumor ha sido detectado en fase temprana, la tasa de supervivencia a cinco años es del 90 por ciento.

Pero sólo un 37 por ciento de los cánceres colorrectales son descubiertos en una fase precoz. Cuando el cáncer se ha diseminado a órganos o ganglios linfáticos cercanos, la tasa de supervivencia disminuye al 65 por ciento. Si se ha extendido a órganos distantes, la tasa a cinco años cae al ocho por ciento, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Estimular la detección precoz

Es recomendable que las personas mayores de 50 años sin antecedentes de pólipos o cáncer colorrectal cumplimenten el test de diagnóstico precoz cada dos años. El test de sangre oculta en las heces es una prueba útil que la persona puede realizar en su propio domicilio. Si el test es positivo, indica que hay sangre oculta en las deposiciones, en cuyo caso es necesario realizar más estudios.

En un diez por ciento de casos, el tumor colorrectal tiene carácter hereditario. En ese caso, deben detectarse los portadores del gen heredado, para poder ser detectados y tratados muy precozmente. La detección precoz se realiza a través de exploraciones preventivas como el tacto rectal, la rectoscopia y la colonoscopia. Pruebas también recomendables en personas con otros factores de riesgo como pólipos en el colon o colitis ulcerosa.

La dieta, clave en la prevención

La dieta es vital para la prevención del cáncer colorrectal. Aproximadamente, un tercio de las muertes debidas a este tumor en España se pueden asociar a factores dietéticos. Los hábitos alimenticios inciden en el riesgo de aparición del tumor, pero no sólo el tipo de alimento está relacionado, también la forma de preparación o el método de conservación del mismo.

Por ello, la Asociación Española ha creado un decálogo con propuestas sobre dieta idónea y el estilo de vida saludable.

– Mantener el peso dentro de los baremos ideales.

– Hacer ejercicio físico cada día.

– Llevar una dieta variada. Todos los alimentos son necesarios y saludables si se toman en las proporciones adecuadas.

– Incluir en la dieta alimentos ricos en fibra (cereales integrales, legumbres, etc.).

– Consumir verdura y/o cinco piezas de fruta cada día.

– Conservar los alimentos de forma adecuada.

– Escoger una dieta baja en grasas saturadas y colesterol. Moderar el consumo total de grasa.

– Preparar y consumir alimentos con poca cantidad de sal.

– Tomar alimentos y bebidas con bajo contenido en azúcar.

– Si se consume alcohol, hacerlo con moderación.