El contraceptivo masculino mediante implante podría llegar en el 2005

El laboratorio holandés Organon ha iniciado la segunda fase de los ensayos de una píldora administrada mediante un implante con una efectividad de tres a cuatro años.

La píldora masculina podría estar disponible en el 2005 en una novedosa variación: un minúsculo implante en forma de barra debajo de la piel del brazo por el que se administraría la píldora, que podría ser eficaz hasta por tres años. El sistema está siendo desarrollado por el laboratorio holandés Organon, y ya ha empezado su segunda fase de ensayo clínico en hombres de Inglaterra y Estados Unidos. Sus primeros resultados se esperan a finales de este año.

El implante utiliza una variante de progesterona usada para bloquear la producción de esperma, la misma hormona utilizada en la píldora masculina en formato de píldora tradicional que el mismo laboratorio también ensaya de forma paralela. En ambos sistemas, los hombres necesitarán además inyecciones de testosterona cada cuatro o seis semanas, para mantener sus niveles de deseo sexual.

Este ensayo, llevado a cabo en colaboración con científicos del centro de Biología Reproductiva de la Universidad de Edimburgo, servirá para comprobar que el implante es seguro. Según sus responsables, los resultados obtenidos hasta ahora muestran una interrupción total y reversible de la producción de esperma. Los efectos secundarios no son importantes y son parecidos a los que puede padecer la mujer que toma la píldora anticonceptiva. El nuevo sistema de implante nace con la voluntad de ampliar el rango de métodos anticonceptivos a disposición de las parejas y aumentar la responsabilidad del hombre en la anticoncepción.

En verdad, paralelamente al ensayo de este método mediante un implante, se sugirió que este sistema había sido adoptado por la mayor facilidad con la que los hombres olvidarían las tomas de las píldoras, un jocoso extremo que los investigadores se han encargado de desmentir. El método mediante implante, según sus responsables, ha sido desarrollado para conseguir la administración de una dosis más constante de la hormona, ya que las píldoras tradicionales son más susceptibles de asimilarse con altibajos de dosis.

Pero, ¿querrán los hombres tomarla?

Un estudio realizado en el Reino Unido ha encontrado que sólo cuatro de cada diez hombres afirma que tomaría una píldora contraceptiva y sólo el 43 por ciento de los encuestados opinaba que debía compartir las responsabilidades de la anticoncepción. El 17 por ciento justificaba su negativa precisamente por los efectos secundarios que podían tener y que conocían por sus propias compañeras, en un diez por ciento de los casos por miedo a ganar peso y en un 35 por ciento de los casos por miedo al acné. Contradictoriamente, un 61 por ciento se mostró a favor de que este anticonceptivo masculino fuera repartido en las escuelas.