25Sep. 03
Practicar ejercicio facilita un desarrollo correcto de la columna, pero el deporte "no enfocado a la salud sino enfocado a ganar, supone, de acuerdo con los estudios hoy en día disponibles, un riesgo para la espalda de los adolescentes que todavía es estructuralmente inmadura", advierte el doctor Francisco Kovacs, presidente de la Fundación Kovacs. Aprovechando el inicio del curso escolar, esta fundación ha iniciado una campaña para prevenir el dolor de espalda en edades tempranas y evitar así que se convierta en una patología crónica en la edad adulta.
«El ejercicio fomenta la potencia, resistencia y coordinación de la musculatura, lo que reduce el riesgo de dolor de espalda», señala el doctor Kovacs. Sin embargo, los adolescentes que practican deporte a nivel «casi profesional», tienen un 50 por ciento más de posibilidades de sufrir dolencias de este tipo sino se someten al control de «un entrenador adecuadamente formado (que podrá orientarle para evitar estos riesgos) o de médicos del deporte».
Según este especialista, el caso prototípico de deporte competitivo que puede ser perjudicial para la espalda es la gimnasia rítmica, porque «cuando el entrenamiento es excesivo, intenso, inadecuado y en edades precoces se pueden llegar a generar deformaciones estructurales» como escoliosis o hipercifosis.
El doctor Kovacs recomienda que la práctica del deporte en estas edades se realice siguiendo una serie de «normas de higiene postural» para «hacer las cosas en el estilo y de la manera adecuada». El programa de entrenamiento de los adolescentes, incluso si son deportistas profesionales, debe ser acorde con su edad y garantizar «que la capacidad muscular se desarrolla de forma armónica». Por ello, en el caso de los deportes que potencian el desarrollo de determinados músculos en detrimento de otros, «suelen requerir hacer ejercicios compensatorios que contrarresten este efecto».
Respecto a la posibilidad de que el equipamiento deportivo incida en el mayor o menor riesgo de padecer dolor de espalda, el doctor Kovacs recordó que hasta ahora no se ha realizado ningún estudio científico que lo demuestre.
Por su parte, la doctora Margarita Martín, Directora Médica de la Unidad de la Espalda Kovacs de Madrid, considera imprescindible que los adolescentes se sometan a un reconocimiento médico antes de empezar a practicar un deporte «para valorar el estado de salud general y el estado de la espalda de forma específica». Asimismo, el control médico debe mantenerse durante el entrenamiento «para asegurarnos de que el desarrollo muscular sigue siendo el adecuado y no se produce ninguna alteración en la columna vertebral». También «es necesario realizar un calentamiento previo, de intensidad progresiva, y acabar la sesión con una tanda de estiramientos».
Campaña de prevención
La Fundación Kovacs ha puesto en marcha «una campaña enfocada a la educación sanitaria y a la divulgación de la información precisa sobre el efecto del deporte en la espalda de los adolescentes», en palabras de su presidente. El primer paso ha sido determinar cuáles son los deportes que más practican los adolescentes en España, para a continuación explicar en la web www.espalda.org y en la Guía de la Espalda las posturas y ejercicios más adecuados para la salud de la espalda al realizar estos deportes. Este estudio permitió descubrir que las chicas son más sedentarias que los chicos, puesto que casi la mitad dedica más de dos de sus horas de ocio a estar sentadas, y practican menos deportes.
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