20Jul. 06
En el marco del encuentro El Futuro de la Cardiología, el doctor Jordi Soler-Soler ha recibido la medalla del Instituto de Investigación del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, en reconocimiento a sus 35 años dedicados a la especialidad. Su experiencia al frente del Servicio de Cardiología del hospital barcelonés brindan la oportunidad de analizar la evolución de la Cardiología española y el modo de solucionar sus grandes carencias: lograr la equidad de los centros hospitalarios y el creciente déficit de cardiólogos, entre otros.
. Después de 35 años de experiencia en la especialidad, ¿qué avances han marcado un antes y un después en la evolución de la Cardiología?
La invasión tecnológica ha dado un giro de 180 grados a la manera de diagnosticar un enfermo. Antes el diagnóstico era muy difícil, había que ser muy hábil porque sólo disponíamos del historial clínico, las radiografías y poco más. Mientras que ahora, se dispone de un amplio abanico tecnológico que agiliza mucho el proceso. En cuanto a los tratamientos, hace treinta años acostumbraba a ser muy sencillo porque no había muchas opciones, mientras que el problema actual es saber qué es lo que le conviene al paciente -dentro de la gran cantidad de opciones- y qué debemos hacer.
¿Cuáles son los principales pasos adelante en insuficiencia cardiaca (IC)?
La resincronización o los avances en células madre -todavía en fases muy iniciales- son los pasos adelante que se están dando y se darán. Sin embargo, el problema es que sólo benefician un margen muy pequeño de la población con IC.
Actualmente, la mayoría de casos se centran en personas mayores, con una media de 76-85 años. Por ello, es evidente que, por mucho que avance la medicina, es probable que siga aumentando la incidencia de IC y que ésta sea la causa del fallecimiento de gran parte de la población mundial.
¿Qué falta por conseguir en el manejo del infarto agudo de miocardio?
Aquí queda pendiente trabajar en la llegada precoz del enfermo al hospital y saber por qué una tercera parte de los pacientes no llega a tiempo al hospital. Asimismo, falta conseguir esa equidad en todos los hospitales, a la hora de poder dar la misma respuesta eficaz con todas las terapias existentes, sin limitaciones.
Se acaba de reunir con expertos de toda España para abordar El futuro de la cardiología , ¿qué destacaría de este importante encuentro de especialistas?
Una de las ponencias más interesantes la protagonizó el doctor Alan G. Fraser, del Colegio Galés de Medicina, que abordó el futuro de las técnicas de la imagen cardiaca. Según este especialista, en un futuro podremos obtener imágenes de un modo no invasivo, ya sea a través de la tomografía o mediante resonancia, que van a hacer posible ver las coronarias de un modo fácil, hecho que va a revolucionar mucho la manera de abordar múltiples patologías.
El doctor Ulrich Sigwart, el primer especialista en implantar los stents intracoronarios, abordó el futuro de la cardiología invasiva. En ese sentido, destacó que en los próximos años la mayor parte de intervensionismo cardíaco va a ser por vía percutánea. Por ello, este especialista opina que el papel de los cirujanos cardíacos va a ser muy pobre en el manejo de las patologías.
Por su parte, los doctores Gaietà Permanyer y David García-Dorado, ambos del Servicio de Cardiología del Hospital Vall d´Hebron, abordaron los Riesgos de la cardiología del futuro y El futuro de la protección miocárdica , respectivamente.
¿A qué problemas se enfrenta el futuro de la Cardiología?
Hay dos: que la mayoría de los ciudadanos tengan acceso a estos avances y organizar mejor la investigación. Actualmente, se investiga en pocos centros y todavía existe poco apoyo a la investigación. Si queremos ser punteros, sólo lo lograremos añadiendo producto interior bruto a esta causa y no sólo construyendo grandes centros. Hay que sembrar mucho más y saber que el fruto se recogerá en más de dos décadas. El resultado inmediato no existe.
Otro problema que acusan ustedes es la falta de cardiólogos en los hospitales españoles…
Sí, tenemos un déficit de residentes que va en aumento y, paradójicamente, la mayor parte de hospitales que están acreditados para la docencia tienen capacidad para formar a más especialistas que el número actual. Se trata, por tanto, de un fallo de previsión que no se soluciona de hoy para mañana. Si se hubiera programado hace cinco o diez años no estaríamos hablando de este problema.
¿Cree que establecer las competencias concretas del cardiólogo podría ayudar a solucionar también este déficit?
Primero tiene que haber cardiólogos y luego definir las competencias. Para ello, primero nos tienen que dejar formar a más residentes. El problema es que dejen venir estas personas a nuestros hospitales y que amplíen la plazas que se ofertan en el programa MIR. Después es cuando habrá que definir las tareas de los ecocardiografistas, cardiólogos intervensionistas, etc. Todo paso a paso.
¿Cómo podemos mejorar la salud cardiovascular de los españoles?
Para el 2020 se estima que la población más vieja del mundo será la española, es decir, que la salud cardiovascular española es buena. Sin embargo, esta mayor longevidad tiene otra lectura: a mayor edad más problemas cardiovasculares, como la IC. Por ello, desde la cardiología tenemos que seguir luchando contra los factores de riesgo: comenzando por el tabaco y la obesidad. Desde nuestras consultas, debemos seguir concienciando a los pacientes, para que opten por hábitos de vida saludables para el corazón. No nos relajemos.
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