El Documento de Consenso del Paciente Diabético Tipo 2 aboga por el abordaje multidisciplinar

Se ha presentado recientemente el Documento de Consenso Multiespecialidad sobre Pautas de Manejo del Paciente Diabético Tipo 2 en España, una herramienta que permitirá a los profesionales sanitarios llevar a más pacientes a los objetivos de tratamiento recomendados. Para el Dr. Ramón Gomis, presidente de la SED, el aspecto más destacable es que aboga por un abordaje multidisciplinar.

Elaborado por miembros de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), el Grupo para el Estudio de la Diabetes en Atención Primaria (GEDAPS) y con la colaboración de GlaxoSmithKline (GSK), el Documento de Consenso Multiespecialidad sobre Pautas de Manejo del Paciente Diabético Tipo 2 en España refleja las conclusiones y directrices de un grupo de trabajo multidisciplinar de expertos en diabetes comprometidos en la mejora de los resultados del tratamiento para personas con DM2.

«A través de esta iniciativa se pretende proporcionar a los profesionales sanitarios un instrumento de guía para ayudarles a llevar a más pacientes a los objetivos del tratamiento recomendados», explica el Dr. Ramón Gomis, Presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y coordinador del Documento de Consenso.

Se trata de la primera vez que se sientan en una mesa cardiólogos, médicos de primaria, internistas y endocrinólogos para llegar a un acuerdo de criterios de diagnóstico y de tratamientos. «Un paciente a lo largo en su vida puede recibir la atención médica de varios profesionales de atención primaria, internistas, cardiólogos… por lo que llegar a un acuerdo de pautas de diagnóstico y tratamiento va a favorecer mucho al paciente», afirma este experto.

En opinión del Dr. Gomis, «este Documento es un primer paso para una colaboración de sociedades científicas y de especialistas de distintos campos para avanzar en este terreno». «El centro de nuestra actuación es el paciente y no la especialidad y, por tanto, no se trata de que el paciente tenga que ir a varios especialistas, sino que nos tenemos que sentar varios especialistas frente al paciente para resolver esos problemas», añade.

La importancia de la detección precoz

Uno de los principales puntos abordados en este Documento de Consenso es la importancia del diagnóstico de la enfermedad. Los autores, coordinados por el Dr. Ramón Gomis, explican que es muy importante identificar a los individuos con alto riesgo de contraer la enfermedad, porque ésta representa un problema de salud pública y, además porque existe un estado preclínico (asintomático) durante el cual la enfermedad puede ser diagnosticada.

El Consenso afirma que el despistaje para localizar pacientes no diagnosticados de DM2 debe realizarse en el ámbito de la Atención Primaria y que se debe hacer a las personas a partir de los 45 años de edad, cada tres años. Sin embargo, puede realizarse antes de esa edad en casos de obesidad, historia familiar de diabetes, historia de diabetes gestacional previa, intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina relacionada con otras condiciones clínicas (síndrome de ovarios poliquísticos o acantosis nigricans) y cuando se tienen otras patologías como hipertensión arterial, dislipemia y enfermedad vascular asociada con síndrome metabólico.

En este sentido, los expertos afirman que existen tests diagnósticos fiables que detectan la enfermedad en estado preclínico y que es posible un tratamiento aceptado para esta fase de la dolencia, que puede causar daño microvascular progresivo y elevar el riesgo de enfermedad macrovascular. Para detectar la DM2 se recomienda, como prueba principal, la medición de la glucemia en ayunas (GA), aunque, en algunos casos, hay que hacer la sobrecarga oral de glucosa. A partir de esta prueba se podrá diagnosticar correctamente la enfermedad en algunos pacientes.

Mejorar los hábitos de vida

Dentro del capítulo del tratamiento de la enfermedad, los autores del Consenso dan extrema importancia a la alimentación y el ejercicio físico en pacientes que padecen la enfermedad. «La adopción de hábitos de vida incorrectos, como una dieta desequilibrada y la falta de ejercicio físico, han contribuido de forma notable al aumento de los datos de prevalencia de la diabetes tipo 2», asegura el Dr. Josep Franch, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del CAP Raval Sud de Barcelona y Miembro de la Sociedad Española de Diabetes. Por tanto, «bastaría con modificar estos hábitos para lograr una reducción de los casos de diabetes tipo 2», afirma.

Tratamiento recomendado

El Documento de Consenso recuerda, asimismo, la importancia de reducir la hemoglobina glicada (A1C), porque esto conlleva una reducción de las complicaciones microvasculares. El objetivo debe ser alcanzar cifras A1C por debajo de siete, precisándose la intensificación del tratamiento si superan el ocho por ciento. En este sentido, la automonitorización de la glucosa plasmática es una medida disponible para todos los pacientes de nuevo diagnóstico como parte integral del proceso de educación diabetológica. Esto ha de ser usado sólo por pacientes en terapia con insulina (en el resto no está clara su utilidad).

El tratamiento de la DM2 debe buscar el alcanzar y mantener los objetivos de control glucémico a largo plazo. Todas las personas con diabetes tipo 2 deberían realizar una dieta adecuada y ejercicio de forma regular. También es importante controlar otros factores de riesgo cardiovascular, así como dejar de fumar.

El arsenal terapéutico se divide en dos tipos, los que actúan sobre la resistencia a la insulina (RI) y los que resuelven la insulinodeficiencia. Dentro de estos últimos existen los fármacos secretagogos (sulfonilureas y meglitinidas), mientras que sobre la RI actúan la [metformina](https://www.medicinatv.com/videoteca/metformina-cuando-y-como- debemos-tomarla/ "metformina") y las glitazonas. Los inhibidores de la alfaglucosidasas actúan impidiendo la absorción de los hidratos de carbono.

El consenso afirma que habitualmente se precisa de la utilización conjunta de más de uno de estos fármacos para alcanzar los objetivos de control del síndrome metabólico. Se debe tener en cuenta el defecto fisiopatológico predominante a la hora de escoger el tratamiento.