El encanto de Oriente

20Abr. 01

Ya sea por negocios o por puro placer, el llamado continente amarillo tiene posibilidades fascinantes para todo tipo de viajeros. India, China, Japón, Israel, Nepal,... se han convertido en destinos habituales para el turismo. Descubrir la cultura japonesa, ver el Taj Mahal, pasear por la Gran Muralla China, visitar el muro de las Lamentaciones o realizar visitas a los templos budistas son algunos de los atractivos que los viajeros pueden descubrir en el continente amarillo. Pero no sólo se pueden encontrar bellos paisajes o interesantes culturas. Para disfrutar plenamente del viaje es necesario conocer la situación sanitaria del país al que viajará.

Cuando planifique su viaje debe tener en cuenta que algunas vacunas deben administrarse 8 semanas antes de viajar y que debe seguir cuidándose tras su regreso, pues algunas enfermedades se manifiestan varias semanas después del contagio.

Las enfermedades más comunes que encontrará en la mayoría de países de Asia son la hepatitis A, la hepatitis B, la difteria, la fiebre tifoidea y la encefalitis japonesa. Además de estas enfermedades, el viajero deberá añadir a su lista de precauciones la malaria.

La hepatitis A es una infección viral del hígado muy común en países en vías de desarrollo donde hay malas condiciones sanitarias. Los viajeros pueden contraer esta enfermedad por contactos íntimos de persona a persona, o a través de comida o agua que ha sido contaminada con heces. Se caracteriza por ictericia (la piel se torna amarilla) y puede durar más de un mes. Otros síntomas pueden ser cansancio, náuseas, dolor de estómago, fiebre, heces claras y orina oscura. No hay un tratamiento específico para la hepatitis A, pero se pueden recetar vitaminas y drogas que protejan el hígado.

La forma de prevención más efectiva consiste en vacunarse dos semanas antes de viajar y seis meses después del viaje. De esta manera quedará protegido durante 10 años.

La hepatitis B es una infección viral que afecta el hígado y que, de no tratarse, puede favorecer el desarrollo de cáncer e incluso la muerte. Se contagia mediante relaciones sexuales con una persona infectada, exposición a sangre infectada, contacto con agujas infectadas, perforaciones corporales y tatuajes. Los síntomas son similares a los de la hepatitis A. La forma de evitar el contagio consiste en la utilización de preservativos y en usar agujas desechables no utilizadas anteriormente o perfectamente esterilizadas. Si va a permanecer más de seis meses en algún país asiático de alto riesgo deberá vacunarse. La vacunación consiste en 3 inyecciones distribuidas en una dosis inicial, revacunación al mes y a los 6 meses. La difteria es una enfermedad de las vías respiratorias, que se transmite de persona a persona, y que puede provocar graves enfermedades cardíacas. En los países en vías de desarrollo, la difteria se transmite, a veces, a través de la leche no pasteurizada. La vacunación contra la difteria se realiza durante la infancia pero se requiere un refuerzo cada 10 años.

La fiebre tifoidea es una enfermedad causada por la infección de una bacteria llamada Salmonella typhi que llega al tracto digestivo y luego afecta el cuerpo entero. Se propaga a través del agua o de alimentos contaminados o directamente de persona a persona. La fiebre tifoidea se caracteriza por temperaturas altas (a veces superiores a los 40°C), dolor de cabeza, cansancio, falta de apetito y mareos. Otros síntomas pueden ser dolor de estómago, náuseas y escalofríos.. Esta enfermedad es común en muchos países en vías de desarrollo. Para prevenir el contagio de la fiebre tifoidea se debe consumir solamente agua estirilizada y comida bien cocida. A pesar de estas medidas de prevención, vacunarse antes de partir se presenta como la opción más efectiva ya que protege durante 3 años.

Por último, hay que señalar el caso especial de la encefalitis japonesa. Se debe a un virus que afecta el cerebro, y puede producir confusión e incluso muerte. Se transmite a través de los mosquitos genus Culex en varias partes de Asia (desde la India Oriental a Corea, Japón e Indonesia). Hay una mayor prevalencia durante la época de lluvia (Monzón) y al principio de la época seca. Para evitar su contagio limite sus actividades al aire libre al amanecer y atardecer, use un buen repelente de insectos y duerma en un área protegida o bajo una malla anti-mosquitos. Si su viaje dura más de 3 semanas, la mejor prevención es la vacuna. Ésta consiste en administrar una dosis antes del viaje, en una vacuna un año después, y luego, cada tres años. La malaria es una enfermedad parasitaria que se transmite a través de las picaduras de mosquitos femeninos Anopheles. No hay ningún medicamento que asegure totalmente la supresión de la Malaria, por tanto, la prevención más fiable existente reside en la vacunación. Según la Organización Mundial de la Salud esta enfermedad causa cada año entre un millón y millón y medio de muertes en todo el mundo.

Si sigue estas medidas de precaución, su estancia en el país asiático será toda una experiencia.