El entorno afecta al aumento de la miopía

Un estudio ha revelado que hay una combinación de factores hereditarios y de entorno que empeoran la situación de los miopes.

No hace mucho tiempo las personas que padecían miopía notaban que a partir de cierta edad, pasada la pubertad, ésta no empeoraba. Se creía que el ojo ya había crecido todo lo que tenía que crecer y que, por tanto, no se podían registrar más cambios en la refracción hasta la tercera edad, cuando la pérdida de visión es común. Pero un estudio de la Universidad de Pennsylvania, en Philadelphia, presentado en el congreso anual de la Association in Vision and Ophtalmology sugiere que lo que miramos, cómo lo hacemos y qué condiciones nos rodean cuando fijamos la vista en algo pueden influenciar en el empeoramiento o mejora de la miopía.

Algunas líneas de investigación demuestran que la pérdida de vista es algo genético, pero parece que la herencia es un factor menos importante que el papel del entorno, según opina el doctor Richard A. Stone, responsable de esta investigación. Según él, «se observa un aumento de las miopías cuando las sociedades cambian de ser rurales a industrializadas, eso significa que el entorno es un factor decisivo», opina. También se observa una estrecha relación entre el nivel de estudios o de trabajo de la persona que padece pérdida de visión y el grado de miopía. «La teoría es que la miopía está causada por el tipo de trabajo, leer y forzar los ojos para ver demasiado cerca, pero es muy difícil probar que esa es la verdadera causa», añade Stone. Este médico y sus colaboradores estudiaron otra posibilidad: que la exposición a la luz, o mejor dicho, pasar poco tiempo a oscuras, ayude al aumento de la miopía. Según Stone, muchos estudios en animales han demostrado que alteraciones en los ciclos de luz/oscuridad pueden tener un efecto adverso en la visión, y que ésta puede ser la causa de muchos cambios miópicos. Para probar esta hipótesis, se observó la progresión de la miopía causados por estos factores externos entre universitarios de tercero de Derecho de la misma Universidad de Pennsylvania. Se encontró que mientras los hijos de padres miopes no presentaba ningún cambio significativo, los estudiantes que afirmaban estudiar durante muchas horas sí lo hacían. De los 96 estudiantes que presentaban miopía antes de entrar a la Universidad, un 86 por ciento presentaban una progresión de las dioptrías, y un 75 por ciento de los que no presentaban ningún problema visual antes de empezar a estudiar, un 19 por ciento se volvieron miopes. Todos aquellos estudiantes que estaban expuestos a menos de cinco horas y media de oscuridad cada día experimentaban un mayor aumento de miopía que aquellos que estaban más tiempo a oscuras.

Otro estudio llevado a cabo por la Ohio State University tomó a ocho escolares que tenían padres miopes y que pasaban muchas horas delante del ordenador y estudiando. Se descubrió que el incremento en el trabajo que requería un esfuerzo de los ojos era más significativo en el aumento de la miopía que el hecho de tener padres miopes. Un tercer estudio reforzó esta teoría y demostró que el aumento de la miopía ocurría en la época escolar y no en los meses de vacaciones estivales.