El Hospital Clínic de Barcelona edita una Guía Interactiva para pacientes con esquizofrenia

El Hospital Clínic de Barcelona acaba de editar una Guía Interactiva para Pacientes con Enfermedades de Larga Duración dirigida a proporcionar información sobre cómo afrontar la esquizofrenia. La guía ha sido coordinada por el doctor Miquel Bernardo, director del Programa de Esquizofrenia del Hospital Clínic y profesor titular de la Universidad de Barcelona.

A través de textos, vídeos e infografías, la guía interactiva explica qué es la esquizofrenia, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica, cuál es la evolución de los pacientes, cómo se puede tratar de forma eficaz y cuáles son los riesgos y complicaciones más habituales. «La esquizofrenia es una enfermedad que no puede minimizarse, pero tampoco debe dramatizarse», explica el doctor Bernardo. «Al igual que sucede con otras patologías, se puede hacer una vida digna y plena en todos los sentidos, tanto en lo personal como en lo profesional».

Precisamente éste es el objetivo de la Guía Interactiva editada por el Hospital Clínic: proporcionar ayuda a las personas que padecen la enfermedad y a sus familiares para que sepan cómo afrontar esta enfermedad mental, que afecta al 1 por ciento de la población mundial y que en España padecen cerca de 400.000 hombres y mujeres.

En este sentido, el doctor Bernardo aboga por dar a la esquizofrenia una correcta dimensión, tener conciencia de enfermedad y utilizar todos los recursos asistenciales disponibles, especialmente los farmacológicos y la psicoterapia. «El paciente tiene que pensar que la calidad de vida que tendrá y la repercusión de la enfermedad van a depender de la actitud con la que uno afronta la esquizofrenia», añade este experto.

Dentro de esta actitud positiva hacia la enfermedad destaca el papel fundamental que desempeña la familia. Muchas de las angustias, temores y distorsiones que provoca la esquizofrenia se manifiestan en el contexto familiar. Por eso es muy importante que los familiares conozcan cómo manejar las situaciones más complicadas.

Otro aspecto abordado en la guía interactiva es la eficacia del tratamiento farmacológico con antipsicóticos. «Los fármacos son absolutamente imprescindibles para tener las máximas posibilidades de recuperación, en primer lugar, y para evitar las recaídas, en último término», aclara el doctor Bernardo. No obstante, los antipsicóticos poseen efectos adversos de variada índole que pueden afectar a la salud física del paciente y a su adherencia al tratamiento. Los antipsicóticos de primera generación destacaban por sus efectos sobre el sistema nervioso motor y provocaban alteraciones como rigidez o temblores incontrolados. Estos síntomas son conocidos como extrapiramidales.

En cambio, los antipsicóticos de segunda generación han minimizado estos problemas motores, pero presentan otros efectos adversos diferentes, especialmente de tipo metabólico. Algunos de estos fármacos producen aumento de peso, lo que puede incrementar el riesgo de enfermedad cardiovascular de los pacientes, y afectan al sistema neuroendocrinológico, especialmente a la hormona prolactina. La alteración de esta hormona puede provocar ginecomastia (aumento del tamaño de las glándulas mamarias) y alteración de la función sexual. Sin embargo, el doctor Bernardo matiza que ya han aparecido nuevos fármacos dentro de esta segunda generación que minimizan los efectos metabólicos y cardiovasculares y han abierto la puerta a una tercera generación de antipsicóticos.

Otro aspecto importante para lograr que el paciente pueda llevar una vida normal es la lucha contra el estigma y la incomprensión que rodean a la esquizofrenia. «Los medios de comunicación, cuando hablan de la esquizofrenia, lo hacen a menudo con noticias que contribuyen a la estigmatización de la enfermedad. Es necesario que entre todos consigamos mejorar el contexto en el que tienen que afrontar la enfermedad el paciente y sus familiares», concluye el director del Programa de Esquizofrenia del Hospital Clínic.

La esquizofrenia es un trastorno mental que interfiere en la capacidad de las personas para pensar y actuar racionalmente, controlar las emociones, relacionarse socialmente y tomar decisiones. La esquizofrenia afecta por igual a mujeres y hombres, en todos los grupos étnicos y niveles sociales. Aparece habitualmente al final de la adolescencia: en los hombres, comienza en los primeros 20 años, mientras que en las mujeres se desarrolla a partir de los 20 años o a principios de los 30.