31Mar. 08
Es la primera intervención de este tipo que se practica en Europa, y el segundo procedimiento en todo el mundo. Gracias al trabajo del equipo experto del Hospital Clínic de Barcelona se ha podido realizar la extirpación de un riñón -afectado por un tumor maligno- a través de la vagina, lo que supone un auténtico hito en el marco de la cirugía mínimamente invasiva. La operación destaca por la utilización de diversos instrumentos de tecnología punta en cirugía avanzada.
Un equipo del Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona, encabezado por el Dr. Antonio Alcaraz, ha realizado con éxito la intervención a una mujer de 66 años diagnosticada de cáncer renal. La operación consistió en la extirpación de un riñón a través del orificio vaginal, asistida por laparoscopia. Esta nueva técnica permite reducir las cicatrices externas y el tiempo de recuperación.
El doctor Alcaraz y su equipo han puesto en práctica, por primera vez en Europa y por segunda vez a nivel mundial, una técnica innovadora, en el marco del programa NOTES (Natural Orifice Transluminal Endoscopy Surgery), que desarrolla la cirugía a través de los orificios naturales del cuerpo y por la cual está apostando actualmente el Hospital Clínic.
De esta forma, la operación consistió en la extracción del riñón con tan sólo dos pequeñas incisiones abdominales, aproximadamente de un centímetro cada una, y otra incisión en la parte interna de la vagina por la que se extrajo el riñón. Así, se introdujo una óptica flexible de gran precisión a través del conducto vaginal y dos pequeños puertos de entrada en el abdomen, por donde se insertó el instrumental para separar el riñón. A continuación, se procedió a la extracción de la masa: extirpándola, embolsándola y extrayéndola por el conducto del parto. El equipo de facultativos optó por el embolsamiento del riñón para evitar riesgos con el posible contacto de células tumorales y la pared del conducto vaginal.
Esta novedosa técnica ha permitido reducir el número de incisiones, a la vez que su tamaño. En el caso de una laparoscopia habitual, se necesitan entre cuatro y cinco incisiones, una de éstas, de entre seis y siete centímetros. Con esta práctica, la incisión más grande sería de unos cinco milímetros. Este avance, no sólo supone una disminución de las cicatrices externas sino una recuperación más rápida, reduciendo la estancia hospitalaria hasta sólo un día. A pesar de que en esta primera operación, se optó por mantener a la paciente durante tres días en observación hasta darle el alta, «por simple precaución», según ha afirmado el doctor Alcaraz. La paciente aseguró que una vez dada de alta ha podido continuar con su actividad diaria sin ningún inconveniente.
Por su parte, el Dr. Alcaraz también ha anunciado su voluntad de continuar realizando esta técnica en todas aquellas pacientes que cumplan con los requisitos. Así, confirmó que del total de 120 nefrectomías que se realizan al año en el Hospital Clínic, cerca de 25 podrían ser buenas candidatas para este tipo de intervención. Siendo mejor opción, las mujeres que ya han tenido hijos, debido a su mayor anchura del conducto vaginal que facilita la extracción de la masa tumoral.
Esta operación supone un gran paso en el campo de la cirugía no invasiva. La nefrectomía transvaginal asistida por laparoscopia es un paso más en este ámbito, y no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial, ya que sólo se había realizado otra operación de estas características el año pasado en Brasil.
De cara al futuro y «con mucha imaginación, todavía», reconoce el Dr. Alcaraz, se prevén tres posibles vías de intervención para permitir este tipo de procedimientos en hombres: por vía transgástrica, transrectal o transuretral. Sin embargo, el Dr. Alcaraz ha asegurado que, a pesar de que ya se están investigando, estas técnicas no serán viables hasta dentro de 10 o 15 años.
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