El Hospital Clínic de Barcelona valida un test que permite identificar la depresión postparto

La Unidad de Psiquiatría y Psicología de la mujer del Hospital Clínic de Barcelona ha realizado un estudio que confirma la depresión postparto (DPP) como un trastorno frecuente que afecta al diez por ciento de las mujeres durante el puerperio. Este trastorno, que puede llegar a cronificarse si no se trata de forma adecuada, es difícil de reconocer y diagnosticar.

Justamente es en la línea de la prevención y el diagnóstico precoz en la que está trabajando el equipo de la doctora García Esteve, de la Unidad de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínico. Hasta hace pocos años, los estudios sobre la salud de la mujer habían recibido escasa atención y si hablamos de la salud mental y el período gestacional, esta atención aún había sido más insuficiente. La doctora García Esteve y su equipo han validado la versión española de un cuestionario específico, la Edinburgh Postnatal Depression scale (EPDS). Con estos protocolos se pretende mejorar la detección precoz de la depresión postparto, así como mejorar su seguimiento y, en caso necesario, tratamiento para evitar las secuelas que de ella se puedan derivar, tanto para la madre como para el bebé.

Recientes estudios han confirmado que existen diferencias claras de género en la prevalencia de trastornos psiquiátricos y señalan a las mujeres como más vulnerables a la hora de sufrir trastornos afectivos, sobre todo, depresivos. Según estos estudios, el rango de mayor riesgo se sitúa entre los 25 y 45 años, siendo más susceptibles de sufrir estos trastornos las mujeres en edad fértil y con hijos menores de tres años a su cargo. Estudios anteriores ya confirmaron que el embarazo y el postparto son períodos de riesgo para el desarrollo y/o recurrencia de ciertos estados psicopatológicos.

Se considera depresión postparto aquel estado en el que la mujer experimenta, durante el mes siguiente de dar a luz, un estado de ánimo triste y una disminución del interés y de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades. Además, también se pueden presentar otros síntomas como son el trastorno del sueño, del apetito, de la atención y la concentración, de la memoria, del estado psicomotor, la sensación de fatiga, los sentimientos de culpa, el miedo a hacer daño al recién nacido o incluso la ideación suicida.

La detección precoz de este síndrome no sólo es importante para el éxito del tratamiento de la mujer afecta, sino también para la prevención de posibles efectos en el desarrollo emocional y cognitivo del bebé. Los estudios que se están realizando actualmente se centran en los riesgos de que el niño sufra futuras psicopatologías debido al síndrome DPP de su madre.