12Feb. 07
El estudio, realizado dentro del Programa de Investigación en Oncología Médica del Institut de Recerca de l´Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, identifica un mecanismo involucrado en la formación y progresión de uno de los tumores cerebrales más comunes y agresivos, el glioma. Este proceso permite predecir el pronóstico de pacientes con glioma, facilitará el diseño de nuevas estrategias terapéuticas y permitirá seleccionar qué pacientes podrán beneficiarse de nuevos fármacos.
El grupo de investigación liderado por el Dr. Seoane, Profesor de Investigación ICREA en el Programa de Investigación en Oncología Médica del Institut de Recerca del Hospital Universitario Vall d´Hebron de Barcelona, ha identificado un mecanismo involucrado en la formación y progresión de los gliomas.
En concreto, se ha descubierto que la hormona TGF-beta está involucrada en la progresión tumoral del glioma y que su nivel de actividad permite predecir el pronóstico de los pacientes con dicha enfermedad. El trabajo implica que la utilización de fármacos inhibidores del TGF-beta, en aquellos pacientes en los que el TGF-beta tenga un efecto relacionado con la formación del cáncer, permitirá contrarrestar la progresión tumoral del glioma.
Por otro lado, se han identificado parámetros moleculares que permitirán seleccionar aquellos pacientes a los que una terapia contra el TGF-beta pueda ser beneficiosa. En conjunto, estos resultados podrían tener una aplicación inmediata en el tratamiento del glioma, ya que el mismo grupo está llevando a cabo un ensayo clínico con inhibidores del TGF-beta liderado por el Dr. Calvo.
Estudios anteriores han demostrado que el TGF-beta es muy importante en cáncer. En células normales, el TGF-beta es un factor que frena la división celular y controla que la proliferación celular sea ordenada y coordinada. Sin embargo, y paradójicamente, en células tumorales el mecanismo de acción del TGF-beta se maligniza y el TGF-beta no sólo pierde su capacidad de frenar la división celular, sino que se convierte en un factor que promueve una división celular incontrolada, induciendo la formación del tumor. Hasta ahora, se sabía poco acerca de los mecanismos responsables de la transformación maligna que sufre el TGF-beta en cáncer. Gracias a los estudios realizados en el laboratorio del Dr. Seoane en el Institut de Recerca de la Vall d´Hebron, se han esclarecido los procesos que hacen que el TGF-beta se convierta en un factor oncogénico en glioma.
Es el tumor cerebral más extendido. Este tumor se clasifica en cuatro grados, siendo el glioma de grado cuatro (también llamado glioblastoma) el más agresivo y de muy difícil curación. A pesar de los avances recientes en el campo de la biología molecular del cáncer, todavía no se conocen terapias completamente eficaces contra el glioblastoma.
El estudio
Mediante el estudio de muestras de 52 pacientes de glioma de diferentes grados, el equipo del Dr. Seoane ha demostrado que el TGF-beta actúa como un factor oncogénico en gliomas de alto grado, y que pacientes con tumores con alta actividad del TGF-beta tienen un peor pronóstico. En la investigación realizada se han definido las acciones oncogénicas del TGF-beta. Se ha observado que, en glioma, el TGF-beta contribuye al incremento de un potente inductor de la proliferación celular llamado PDGF-B. En relación a este hecho, es interesante destacar que el TGF-beta sólo puede incrementar los niveles del factor PDGF-B en aquellos tumores en los que el gen no se encuentra silenciado por un mecanismo de modificación del DNA (metilación). Es decir, el estado de metilación del gen PDGF-B y, por tanto, dependiendo de si el gen está silenciado o no, es lo que condiciona la capacidad del TGF-beta de inducir proliferación celular y de actuar como un factor que promueve la formación del cáncer. Este estudio ha sido, en parte, financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer a través de una ayuda-contrato concedida a la primera autora del trabajo, la Dra. Bruna.
Nuevas dianas terapéuticas
Debido al efecto oncogénico del TGF-beta, se han diseñado varios fármacos contra el TGF-beta con el fin de utilizarlos como agentes terapéuticos contra el cáncer. Dichos fármacos están actualmente siendo estudiados en ensayos clínicos en varios hospitales. Es de gran importancia poder identificar marcadores moleculares que permitan identificar qué pacientes podrán beneficiarse de una terapia contra el TGF-beta. El estudio realizado en el Programa de Investigación en Oncología Médica del Institut de Recerca del Hospital Vall d»Hebron no sólo demuestra qué fármacos diseñados contra el TGF- beta y el PDGF-B podrían ser efectivos contra el glioma de alto grado, sino que, además, identifica marcadores moleculares (por ejemplo, estado de metilación del gen PDGF-B) que permitirán seleccionar aquellos pacientes que podrán responder satisfactoriamente a dichos tratamientos.
La mejor compresión de los mecanismos moleculares involucrados en la aparición y progresión del cáncer implica, inevitablemente, una mejora en la efectividad y especificidad de las estrategias terapéuticas, además de facilitar el diseño de terapias adaptadas al paciente. El conocimiento de cómo el TGF-beta promueve la progresión tumoral abre nuevas perspectivas a la terapia contra cánceres tan agresivos como el glioma. «Estos resultados, junto con el ensayo clínico que estamos llevando a cabo en pacientes con glioma, son una demostración más de como se está acelerando la curación del cáncer, incluso de los tumores más agresivos como los gliomas, mediante el trabajo en equipo de investigadores básicos y clínicos» afirma el Dr. Baselga, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Vall d´Hebron.
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