El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, confirmó ayer la aparición de un caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), conocida como enfermedad de las "vacas locas", en el noroeste de Galicia. Además de este caso el ministro también ha indicado que hay otro caso sospechoso, también en la comunidad gallega, que todavía está pendiente de análisis y cuyos resultados se conocerán esta semana.
Este primer caso de EEB, que corresponde a una explotación en Carballero (Lugo), se ha detectado en una de las pruebas de inspección realizadas por los servicios sanitarios de la Xunta de Galicia. La prueba positiva detectada en primer lugar por el Laboratorio de Referencia, se envió posteriormente a Londres para confirmar el análisis. En ambos casos, tanto el confirmado como el dudoso, los animales procedían del extranjero, uno de Holanda y otro de Austria. Las reses ya han sido sacrificadas siguiendo el sistema específico previsto para estos casos y el resto de animales de estas explotaciones será inmovilizado y sacrificado.
Arias Cañete ha destacado que éste es un caso aislado y afirma que «es absolutamente claro que no existe el riesgo cero, pero descartamos que pueda existir un riesgo de epidemia por las medidas adoptadas». Por su parte, el consejero de Agricultura de la Xunta de Galicia, Cástor Gago, ha garantizado a los consumidores la «máxima salubridad» de la carne de ternera gallega. Gago ha reiterado también que las reses procedían de fuera de España y que precisamente por esa razón el descubrimiento de este caso no debería tener una incidencia negativa en el mercado de carne gallega. «Creo que debería ser a la inversa, pues la carne de ternera gallega se sacrifica con menos de 10 meses y, en cuanto a las vacas mayores, hay una medida preventiva que es incinerar todas las zonas donde se puede ubicar el prión causante de esta enfermedad, que es el medio más eficaz para eliminarlo», añade Cástor Gago.
La portavoz de la Comisión Europea de Sanidad y Consumo, Beate Gminder, recordó ayer que ya había alertado de la posibilidad de que surgieran casos de la enfermedad de las «vacas locas» en nuestro país y en otros como Alemania e Italia, donde todavía no se había registrado ningún caso. «Todos los países que han tenido comercio de ganado con Reino Unido durante la primera crisis son susceptibles de tener casos», ha señalado la portavoz. Según Beate Gminder, «hay que verificar si se trata de casos nativos o si por el contrario son ejemplares importados o bien descendientes de vacas importadas. No hay que caer en la psicosis de ver vacas locas en todas partes».
Medidas de control
Respecto a este tema, los ministros de Agricultura de los 15 países de la Unión Europea alcanzaron hace tan sólo dos días un acuerdo político para ampliar los controles que se realizan para detectar la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) a todas las reses de riesgo a partir de los 30 meses. Esto supondrá analizar en España unas 300.000 reses al año, frente a las 1.500 que se evaluaron durante 1999. Esta nueva medida, que está siendo estudiada por el Comité Veterinario Permanente, podría estar en marcha a partir de julio del próximo año.
Coincidiendo con este acuerdo político de la UE, el Consello de la Xunta de Galicia aprobó el Plan Especial de Sanidad Animal frente a los Riesgos derivados de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles en Galicia. Este plan establece el refuerzo para continuar con las actuaciones de prevención frente a esta enfermedad y asegurar la calidad de las producciones cárnicas gallegas. El objetivo de estas medidas es contener y limitar al máximo los riesgos derivados de la situación epidemiológica de la EEB en diversos países de la UE.
Asimismo, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores, Fernando Moraleda, ha declarado que el Gobierno «no ha estado a la altura de las circunstancias y no le ha dado la importancia que realmente tiene el hecho de que Francia y Portugal tuvieran casos» entre su ganado vacuno. Moraleda ha resaltado la necesidad de poner en marcha «una política integral que atienda la necesidad de sacrificio de los animales, las indemnizaciones a los ganaderos, la eliminación de materiales de riesgo sin que los ganaderos tengan que pagar esa responsabilidad, la creación de una infraestructura de laboratorios y que se prohiba definitivamente la utilización de harinas animales».
Respecto a este último punto es importante señalar que la única forma de transmisión de esta enfermedad es a través de la alimentación, por tanto los animales afectados por el mal se contagian a través de harinas y piensos que se fabrican con vísceras de ganado enfermo. El consejero de Agricultura de la Xunta de Galicia, Cástor Gago, ha señalado que en Galicia está prohibido alimentar a los animales rumiantes con cualquier tipo de concentrados que proceda de restos de animales y que se está comprobando el cumplimiento de esta prohibición con un aumento de los controles.
Para ampliar información consulte el reportaje:
[Mal de las vacas locas: Tranquilidad y prudencia](https://www.medicinatv.com/reportajes/mal-de-las-vacas-locas- tranquilidad-y-prudencia-175/)
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