De cara al verano el Ministerio de Sanidad y Consumo ha relanzado una campaña de salud sexual dirigida a los jóvenes para promover el uso del preservativo en todas las relaciones sexuales.
Bajo el lema Si no tomas precauciones, ¿sabes quién actúa? , la campaña recuerda las diferentes enfermedades de transmisión sexual, además de embarazos no deseados, a las que se exponen los adolescentes si no practican sexo seguro.
La baja percepción del riesgo que tienen los adolescentes y el inicio cada vez más temprano de las relaciones sexuales, hechos contrastados en múltiples estudios, justifican la necesidad de lanzar campañas como ésta. Con el lema Si no tomas precauciones, ¿sabes quién actúa?, el Ministerio de Sanidad y Consumo quiere llegar, como lo hiciera el pasado año, a los adolescentes entre 14 y 20 años para fomentar el uso del preservativo en las relaciones sexuales como forma de prevenir los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual (VIH/Sida, clamídias, gonorrea, sífilis, hepatitis B, etc.).
Otro de los objetivos de la campaña es reducir la brecha que existe entre el riesgo percibido por los jóvenes y el riesgo real al que están expuestos al no protegerse en sus relaciones sexuales.
En este sentido conviene recordar que los jóvenes son un grupo particularmente vulnerable a la infección por VIH/Sida y otras infecciones de transmisión sexual por varios motivos: se encuentran en un periodo de la vida en el que son más frecuentes las relaciones sexuales; y por su juventud, no siempre tienen suficientemente consolidados sus valores y creencias. Pero lo más importante es que su percepción del riesgo al que se exponen cuando mantienen relaciones sexuales sin protección no corresponde con la realidad.
Relajación en la prevención
El consumo del alcohol, la confianza en la pareja o lo imprevisto de las relaciones suelen ser las excusas más utilizadas por los jóvenes para justificarse por no haber utilizado el preservativo.
Esta relajación en la utilización de métodos anticonceptivos está provocando un aumento de los embarazos no deseados y los abortos entre adolescentes y el aumento de la incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) en este colectivo.
Así pues, mientras que en las décadas de los 80 y 90 las ITS registraron una tendencia al descenso, ésta se interrumpió a partir de 2002. Según datos del Sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria, en 2001 se registraron 805 casos de infección gonocócica y cuatro años más tarde la cifra creció hasta los 1.174. Un aumento similar experimentaron los casos de sífilis, pasando de los 700 en 2001 a los 1.255 en el año 2005.
Por ello, conviene insistir una vez más en la necesidad de adoptar medidas para que la población aprenda a evaluar correctamente los riesgos a los que se expone. Y trabajar en medidas que fomenten entre la juventud el uso de métodos anticonceptivos, especialmente del preservativo, ya que es el único método que previene al mismo tiempo los embarazos no deseados, la infección por VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
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