La epidemia de legionella que está azotando la ciudad de Murcia ya ha afectado a 253 personas, según los últimos datos. De éstos, 206 están hospitalizados y seis están en la unidad de cuidados intensivos, y la presencia de la bacteria ha sido confirmada en 86 pacientes. Se espera que el número de casos aumente en las próximas horas.
El número de afectados por la epidemia de legionella ya ha aumentado hasta 253, si bien la presencia de la bacteria se ha reconocido en 86 casos. 206 personas están hospitalizadas y seis de ellas se encuentran en la unidad de cuidados intensivos. Según Francisco Marqués, consejero de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia, se prevé que la epidemia no remita, ya que el período de incubación de la enfermedad es de dos a diez días, por lo que ha pedido a los ciudadanos que acudan a los servicios de urgencia tan pronto noten algún síntoma de neumonía. El consejero ha añadido que de los análisis que se han efectuado a 175 pacientes, 86 de ellos contrajeron la enfermedad por la bacteria de la legionella. La mayoría de estos enfermos son varones de más de 50 años y residentes en el centro de Murcia. La polémica ha estallado con respecto al número de camas y plazas hospitalarias que hay en la ciudad. Según Marqués, éste asciende a 100 camas pero afirmó que «hay problemas importantes en las puertas de urgencias de los centros hospitalarios porque hay mucha inquietud», al mismo tiempo que aseguró que los dispositivos asistenciales «están perfectamente preparados para esta contingencia». Ante la preocupación de la población, Marqués destacó que los inspectores sanitarios de la dirección general de Salud Pública y del Ayuntamiento de Murcia «están peinando sistemáticamente la totalidad de las instalaciones de evaporización que conocemos que existen fundamentalmente en la zona circunscrita y también en las zonas colindantes». Del mismo modo, el consejero aseguró que en las piscinas «no hay ningún riesgo de contraer la enfermedad, ya que éstas funcionan con agua de la red y la prueba de biología molecular excluía la existencia de legionella en cualquiera de sus formas». Marqués ha insistido en recalcar que las medidas que se han adoptado «son las adecuadas y se siguen haciendo las inspecciones».
Respecto a las fechas en las que se puede haber infectado los afectados, se cree que la población se infectó la última semana del mes de junio, y hasta ahora ya se han dado 102 altas. Finalmente, Marqués destacó que «el problema puede detectarse única y exclusivamente mirando los datos de forma retrospectiva. El sábado fue cuando saltó la alarma epidemiológica e inmediatamente todos los dispositivos se pusieron en marcha».
La bacteria de la legionella es un microorganismo que vive en el agua y que al ser respirado puede producir neumonía en personas predispuestas a ello. Los ancianos, las personas asmáticas, los fumadores o los aquejados de cardiopatías forman parte del grupo de riesgo. En los jóvenes puede dar lugar a lo que se denomina fiebre de Pontiac, que dura entre uno y dos días sin producir alteración pulmonar alguna. La bacteria no deja ninguna secuela ya que se cura mediante antibióticos, pero no hay ninguna vacuna para prevenirla.
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