El ombligo, una vía de acceso quirúrgico única y segura para extraer el riñón

En el marco del Día Mundial del Riñón, que se celebra hoy, el servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona, dirigido por del Dr. Antonio Alcaraz, ha presentado la intervención mediante la que han extirpado el riñón a una mujer diagnosticada de cáncer renal a través del ombligo. Es la primera intervención de este tipo que se realiza en España y de los pocos procedimientos en el mundo.

Operar con éxito sin dejar cicatrices se ha convertido en el principal objetivo de los cirujanos más arriesgados e innovadores. Desde que la cirugía abierta convencional diera paso a la cirugía asistida por laparoscopia -que requiere tres, cuatro y hasta cinco incisiones para intervenir-, cirujanos de la cavidad pélvica y abdominal junto a expertos en robótica, investigan nuevas formas de entrar en el organismo para explorar estructuras, diagnosticar enfermedades y extirpar órganos.

El Hospital Clínic de Barcelona apuesta por una cirugía mínimamente invasiva, máxima que hoy se constata con la presentación del ombligo como una vía de acceso única, segura y eficaz para extraer un riñón. La intervención, primera de este tipo realizada en España, la ha llevado a cabo el equipo del Dr. Alcaraz, del servicio de Urología del Clínic, el pasado 17 de febrero en una mujer de 85 años diagnosticada de cáncer. A los tres días de la operación, la paciente se fue a casa sin síntomas.

Hoy se celebra el Día Mundial del Riñón, una iniciativa promovida por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la National Kidney Foundation, que este año centra su mensaje en la detección precoz de la Enfermedad Renal Crónica y en la Hipertensión Arterial, uno de los factores más importantes en el desarrollo de la misma. En este contexto, el Hospital Clínic de Barcelona presenta esta innovadora técnica, que ha sido posible gracias al trabajo conjunto del equipo médico formado por el Dr. Antonio Alcaraz, jefe del Servicio de Urología; la Dra. Mª José Ribal, especialista en Urología; y el Dr. Lluís Peri, médico adjunto de Urología; y el Dr. Alejandro Molina, residente del mismo servicio. También han intervenido la Dra. Concepción Monsalve, anestesióloga; y la Sra. Mercè Clapera, enfermera de quirófano. Es el mismo equipo que realizó hace poco menos de un año la primera nefrectomía transvaginal por cáncer renal en el mundo, una técnica también mínimamente invasiva que permitió extraer un riñón con cáncer con tan sólo dos pequeñas incisiones en el abdomen de 1 cm. cada una, y otra que no es visible en la parte interna de la vagina. Desde entonces, el Dr. Alcaraz y su equipo han realizado un total de 12 extracciones de riñón por la vagina, una vía que además se plantea como alternativa para los trasplantes de donante vivo.

Pero el nuevo hito que hoy se presenta tiene como protagonista al ombligo, una herencia embrionaria que da paso a la nueva generación de la cirugía mínimamente invasiva. Este procedimiento supone un avance más en cirugía laparoscópica ya que en lugar de utilizar los orificios naturales del cuerpo para operar -técnica que corresponde al programa NOTES (Natural Orifice Transluminal Endoscopy Surgery)-, aprovecha el orificio embrionario para extraer órganos afectados, como en este caso el riñón. Esta nueva puerta de entrada presenta numerosas ventajas pues además de la estética al no dejar cicatrices, los tiempos de recuperación del paciente se reducen a la mitad, apenas hay riesgo de hemorragias porque la zona está poco vascularizada y el dolor es mínimo porque hay pocas terminaciones nerviosas que la circundan. Por otro lado, es una técnica de la que se pueden beneficiar tanto hombres como mujeres, a diferencia de la nefrectomía transvaginal únicamente posible en mujeres.

La nefrectomía transumbilical por acceso único -denominación técnica de la intervención- se realizó con un trocar de acceso único fabricado por la empresa Olympus. Este instrumento laparoscópico requiere largas dosis de control y precisión para ser utilizado correctamente, ya que a través de un solo punto el cirujano ha de utilizar tres instrumentos para manipular el órgano de forma remota, y extraerlo una vez lo ha embolsado en el interior. Acceder al riñón por esta vía supone no dejar rastro, ya que la mínima incisión que los cirujanos hacen aprovecha los pliegues naturales de la cicatriz umbilical para esconderse. Sin embargo, al igual que la cirugía laparoscópica o el abordaje NOTES, la vía transumbilical no está exenta de riesgos y la ha de hacer siempre un equipo de cirujanos experimentado y en constante formación en el uso del instrumental.

En la actualidad la vía umbilical se presenta como la auténtica revolución en la cirugía mínimamente invasiva. A través de ella cirujanos de distintas especialidades de la cavidad pélvica y abdominal (Urología, Ginecología, Gastroenterología) pueden extraer órganos afectados por cáncer u otras dolencias, como la próstata, el útero, tumores en el ovario, quistes, ligaduras de trompas, etc. Además, este resto embrionario estimula el ingenio de los investigadores más avezados que ven el futuro en la combinación de la vía transumbilical y la robótica, en donde tanto la intervención del hombre como la invasión del organismo queden reducidas a la mínima expresión. Y todo ello sin sacrificar ni la eficacia de la cirugía ni los beneficios para el paciente.