El paciente informado, paciente del futuro

09Ene. 03

Expertos del ámbito de la medicina, el derecho, los medios de comunicación y de las asociaciones de pacientes coinciden en describir un paciente del futuro inquieto por estar informado e involucrarse en lo relacionado con su salud. Así lo han explicado los especialistas reunidos en el seminario "El paciente español del futuro", celebrado recientemente en Lanzarote.

Este nuevo modelo de paciente más preocupado por temas de salud se ha perfilado durante las dos últimas décadas, impulsado por la aparición de Internet como fuente de información y el creciente interés de los medios de comunicación por los temas de salud, así como la proliferación de grupos de autoayuda y de organizaciones de pacientes.

El papel tradicional de un paciente que confía plenamente en su médico y espera de él una relación paternalista, convive ahora con un nuevo y cada vez más frecuente perfil de usuario «que desea estar informado, quiere participar en todas las decisiones médicas acerca de su salud o enfermedad y es mucho más crítico ante la actitud del médico», explica el doctor Albert Jovell, director de la Fundación Biblioteca Josep Laporte, una de las instituciones organizadoras del seminario.

Un paciente informado consigue beneficios para su salud, ya que la información directa «le induce a hablar con su médico sobre su problema de salud de forma más precoz, permite diagnosticar problemas que de otra forma habrían permanecido silentes y consigue un mejor conocimiento y cumplimiento de los tratamientos, así como un diálogo más constructivo con el médico para la toma de decisiones informadas sobre su salud», señala Xavier Badía, del Grupo Health Outcomes Research Europe, citando estudios realizados en Estados Unidos.

Salud en internet

El 17 por ciento de los internautas españoles utiliza la red para buscar información de salud y se prevé que en los próximos años la producción de información médica se duplique cada dos o tres meses, según informes citados en el seminario. Sin embargo, no toda la información médica aparecida en internet es fiable. En otro acto reciente sobre el hospital del futuro, que tuvo lugar en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, Alfons Cornella, presidente de Infonomia.com señalaba que al convertirse la información de salud en algo importante para la población, «esto implicará que haya una gran cantidad de aprovechados, que quieran llegar mediante medicinas alternativas o mediante farmacias en internet. Frente a eso será importantísimo que aparezcan certificadores de la calidad de la información».

Un reto que según dicen los expertos existe ahora es cumplir con el objetivo futuro de «permitir al paciente adquirir y mantener competencias que le permitan gestionar de manera óptima su enfermedad y su tratamiento». Pero a esto se unen otros problemas como la coexistencia en la Unión Europea de una normativa que prohíbe la publicidad de fármacos de prescripción junta a una demanda creciente de información por parte de los usuarios de la sanidad.

«Para conciliar estos intereses es conveniente separar los conceptos de información y de publicidad», señala Jordi Faus, abogado y experto en legislación sanitario-farmacéutica, quien confía en que este proceso se complete en el futuro y lamenta que hasta entonces la legislación implique un perjuicio de todas las partes interesadas.

Cambios en el sistema sanitario

Asimismo, durante el seminario los expertos destacaron la importante transformación que ha atravesado el sistema sanitario español de forma paralela al cambio experimentado en el usuario y la tendencia del paciente hacia un modelo más participativo en su relación con el médico, lo que exige más tiempo y dedicación en la consulta por parte del profesional.

También resaltaron la mayor participación del paciente en la política sanitaria, importante para los expertos porque ayuda a conseguir el objetivo de «mejorar la satisfacción de las personas que son atendidas en los servicios sanitarios». Por ello entre otras propuestas, los asistentes al seminario resaltaron la de establecer una Carta de Derechos del Paciente para que éste los conozca y pueda defenderlos a través de mecanismos eficaces de garantía.