El resfriado reduce las ganas de practicar sexo, según una encuesta nacional

28Nov. 06

Confirmado: el constipado nos vuelve más irascibles y tristes. Y, lo peor de todo, reduce nuestra actividad sexual, según la mayor parte de españoles que han participado en el estudio realizado por Primera Defensa de Vicks (un total de 1.015 personas, hombres y mujeres mayores de 18 años).

.»El estudio ha analizado los cambios de carácter y de actitudes que sufrimos cuando nos vemos afectados por los síntomas de un proceso catarral», explica Helio Estévez, científico responsable del estudio.

Los estornudos, mucosidad, el dolor de cabeza y la fiebre, síntomas más habituales, son los responsables de estos cambios en el estado de ánimo y en las ganas de practicar sexo, según el estudio. Pero nos afectan de manera diferente, si se trata del hombre o la mujer. «Mientras que a casi tres de cada cinco féminas el resfriado las entristece; a la parte masculina los vuelve más serios, irascibles e irritables», destaca el autor del estudio. Esta respuesta en los hombres se debe, en palabras de Estévez, «a que el tipo de actividad diaria que desarrollan se ve más afectada en el hombre que en la mujer».

Pero a la hora de reducir las relaciones de alcoba, la cosa se iguala bastante. Según el estudio, tanto hombres como mujeres confiesan que el resfriado les hace disminuir su actividad sexual. En el caso de los hombres, el 54 por ciento dejan a un lado las relaciones de alcoba, frente al 60,2 por ciento del apartado femenino que confiesan no tener ganas de marcha.

Sin embargo, existe una pequeña diferencia respecto al gusto por uno de los preliminares sexuales más practicados, los besos. Cuando aparecen los primeros síntomas del resfriado, el 13, 6 por ciento de los hombres dejan de besar a su pareja, mientras que sólo un 8 por ciento de las mujeres interrumpe esta práctica, según estudio. «Ellas confiesan volverse más cariñosas que ellos durante el constipado», destaca Estévez.

La mujer aguanta el tipo, el hombre se queda en casa

Donde existe mayor diferencia es a la hora de continuar con nuestra rutina laboral y cotidiana. Según el estudio, el apartado masculino falta casi el doble que el femenino al trabajo y la universidad. Ellos achacan a la fiebre (61, 2 por ciento) o al dolor de cabeza intenso (casi el 23 por ciento), la necesidad de quedarse en casa y hacer bondad; mientras que al 42, 4 de las españolas, el resfriado no suele afectar su rendimiento laboral o en los estudios.

Los hombres suelen salir menos de casa para hacer deporte que las mujeres (un 47,4 por ciento frente al 39, 8, respectivamente), y también reducen su salidas para tomar copas o para a pasear respecto a las féminas.

A la hora de acudir a un remedio para su «mal», también existen diferencias. Ellos optan menos que ellas a los remedios caseros (un 59,7 por ciento de hombres frente al 71,3 por ciento de mujeres). Y es que ocho de cada diez hombres opta por productos de farmacia y sólo el 50 por ciento por tomar leche caliente, miel y limón y mucha vitamina C. En el caso de las españolas, ante los primeros síntomas el 71,3 por ciento toma limón y leche con miel.

Si se trata de elegir a la persona que les cuide, cinco de cada diez hombres prefiere que lo haga su pareja, frente al 34,2 por ciento de mujeres. En el caso de la mujer, casi cuatro de cada diez prefiere que no las cuide nadie, frente al 20 por ciento de los hombres.

«Hasta los 35 años, ellos prefieren los cuidados por sus madres y a partir de esa edad, optan por la pareja. Muy diferente a las mujeres: la mayor parte de ellas prefiere valerse por ellas mismas», concluye el autor del estudio.