26Abr. 04
Expertos reunidos en el V Curso de Avances en Cirugía Dermatológica y Melanoma recomiendan a los familiares de pacientes con melanoma que acudan a revisiones periódicas al dermatólogo para vigilar la posible aparición de melanoma. Según estudios, más del 80 por ciento de los melanomas se originan en exposiciones al sol antes de cumplir los 20 años de edad.
El tratamiento con dosis altas de interferón, un tratamiento destinado a potenciar el sistema inmune, eleva la supervivencia global en el melanoma avanzado, según los expertos reunidos en el V Curso de Avances en Cirugía Dermatológica y Melanoma, que se ha celebrado en la Clínica Universitaria de Navarra.
La detección más temprana del melanoma y los avances en el tratamiento de la enfermedad, han conseguido en los últimos años un aumento de la supervivencia global a la enfermedad y una mejora en la calidad de vida de los pacientes. Si el tumor se detecta en las primeras fases, entre un 90 a un 95 por ciento de los pacientes consigue curarse, mientras que en las fases avanzadas, sólo el 22 por ciento vive diez años después de haber sido intervenido.
Según uno de los principales ponentes del curso, el doctor Charles Brown, que trabaja en el Instituto de Cáncer de la Universidad de Pittsburg junto con el doctor John Kirkwood, máxima autoridad mundial en melanoma de alto riesgo, «en la última década se ha comprobado el efecto beneficioso de una dosis alta de interferón alfa-2b en adyuvancia después de la resección del tumor, mediante estudios multicéntricos aleatorizados y controlados. Dichas investigaciones han demostrado de forma satisfactoria los beneficios significativos de interferón a dosis altas en la supervivencia libre de recaídas». Además, añade este experto, «en pacientes con alto riesgo de recaída, la dosis alta de interferón alfa-2b mejora de forma moderada la supervivencia global de los pacientes».
En cuanto al uso de este tratamiento, el doctor Rafael Botella Estrada, del Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología, afirma que «el uso de interferón alfa-2b a dosis altas se fundamenta en 3 estudios prospectivos randomizados realizados en Estados Unidos por el Eastern Cooperative Oncology Group. En todos ellos, el interferón a altas dosis aumenta la supervivencia libre de enfermedad», asegura este especialista.
La mejor opción de tratamiento del melanoma es la extirpación del tumor, siempre que éste sea localizado y no haya infiltrado a otros órganos. Tras la extirpación, en muchos pacientes es necesario continuar el tratamiento con inmunoterapia. Según el doctor Pedro Redondo, director del Departamento de Dermatología de la Clínica Universitaria de Navarra y del Curso, «para saber qué pacientes tienen alto riesgo de recaída tras la cirugía, se aplica la biopsia del ganglio centinela, que permite detectar el inicio del proceso metastásico del melanoma. Si el estudio del ganglio centinela ha sido positivo, es decir, estos ganglios están afectados por el melanoma, tras la extirpación, es necesario continuar el tratamiento con interferón alfa-2b».
Junto con la inmunoterapia, en la actualidad, se están estudiando otros tratamientos menos agresivos que la quimioterapia radical. «Se trata de terapias más selectivas, como el interferón alfa-2b o las vacunas específicas, elaboradas a partir de las propias células tumorales de cada paciente», explica el doctor Redondo.
Prevención en familiares y atención a los niños
Como advierte el doctor Redondo, «los familiares de pacientes con melanoma tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad, por lo que deben acudir a revisiones periódicas al dermatólogo, sobre todo si presentan nevus de apariencia sospechosa o atípicos».
Para saber cuándo la apariencia es sospechosa, el primer paso es realizar una observación clínica, teniendo en cuenta si el nevus ha crecido rápidamente, es doloroso o ha cambiado de color. Existe una regla denominada A, B, C y D, de forma que cuando un nevus es Asimétrico, tiene unos Bordes irregulares, toma una Coloración muy oscura o irregular y su Diámetro aumenta, son indicios de melanoma.
La incidencia de melanoma cutáneo es, por lo general, superior en las mujeres, principalmente entre los 40 y 49 años. En los hombres, la máxima incidencia se registra entre los 50 y 59 años, y es en el tronco y la espalda donde más se encuentran melanomas en el varón, mientras que en la mujer es más habitual que se presente en las extremidades inferiores.
Se estima que uno de cada cien niños padecerá melanoma de adulto. Según el doctor Redondo, «el riesgo de melanoma se relaciona más con las exposiciones agudas al sol e insolaciones en la infancia y en la juventud, que con la exposición crónica en personas adultas, de forma que más del 80% del daño solar se produce antes de los 20 años de edad». Así, durante el primer periodo de la vida, las radiaciones solares pueden poner en marcha la transformación de los melanocitos (células pigmentadas de la piel) que dan lugar a melanoma.
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