En Navidad no bajes la guardia con tu salud

28Dic. 09

Ya estamos en la Navidad, una época de celebraciones, reuniones familiares, fiestas y gran cantidad de comidas y cenas copiosas. Pero también es un periodo en el que nuestro organismo puede sufrir los excesos cometidos y pasarnos factura con problemas de salud que, si bien suelen ser siempre leves, no es menos cierto que pueden amargarnos la diversión y la alegría.

La Navidad es por antonomasia la época de las celebraciones, las fiestas, las reuniones con familiares y amigos y las tradicionales cenas de empresa. Todo ello suele ir acompañado de comida en abundancia, excesos con el alcohol, menos horas de reposo y la ruptura de nuestros hábitos de alimentación diarios. Y todos esos factores unidos pueden llegar a pasarnos factura en forma de problemas de salud leves que se pueden prevenir y tratar para que no nos arruinen las fiestas.

«Los problemas de salud más habituales durante la Navidad son los derivados de los excesos que hacemos con la comida, los dulces y la bebida: empachos, acidez y digestiones pesadas», explica Rafael García Gutiérrez, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp).

Junto al empacho, García Gutiérrez cita el estreñimiento, la diarrea, los vómitos, las resacas y los resfriados como las dolencias más habituales durante las fechas navideñas. Y todas ellas se pueden prevenir o, en su defecto, tratar mediante medicamentos que no necesitan receta médica y que se pueden obtener en farmacias, donde el farmacéutico nos asesorará sobre el producto más adecuado para cada trastorno.

El empacho es, sin duda, el rey de las dolencias navideñas. Sus síntomas más habituales son molestias en el estómago, sensación de pesadez, ardor acompañado de acidez y, en algunos casos, vómitos. Para prevenirlo, la Asociación para el Autocuidado de la Salud recomienda comer despacio y masticar bien los alimentos, no ingerir demasiada comida, tomar verduras y otros alimentos ricos en fibras, no abusar de las carnes y grasas y reducir el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco. «Todos somos humanos y es fácil caer en la tentación, así que si un día hemos cometido un exceso con la comida o la cena, debemos procurar comer sano y ligero al día siguiente para no agravar la situación», añade García Gutiérrez.

Si aparecen las temidas molestias gástricas , podemos recurrir a algunos medicamentos que pueden ayudarnos a aliviar los síntomas de forma responsable. Estos medicamentos, conocidos como antiácidos, se presentan tanto en comprimidos como en formas solubles en agua y es aconsejable tomarlos en cuanto aparezcan los síntomas. Entre los antiácidos más habituales se encuentran el bicarbonato sódico, las sales de magnesio y aluminio, el carbonato cálcico y la famotidina y ranitidina.

Otra de las dolencias que puede aparecer debido a los excesos navideños es la diarrea. Este trastorno suele deberse a cambios bruscos en la alimentación, aunque también se puede producir como consecuencia de intoxicaciones leves. Para tratarla podemos recurrir a medicamentos antidiarreicos como la loperamida, aunque lo más importante es reponer líquidos y sales mediante zumos caseros y sales de rehidratación oral. Estas últimas se pueden obtener en las farmacias, donde el farmacéutico nos orientará sobre el producto más aconsejable una vez conocidos nuestros síntomas. También podemos ingerir ciertos alimentos que ayudan a acortar la duración del proceso diarreico, como los plátanos, las manzanas, las patatas y las zanahorias. Sin embargo, es importante evitar la toma de lácteos mientras dura la diarrea.

Pero las digestiones pesadas y los excesos con el alcohol y el tabaco no sólo causan empachos y diarreas. También pueden producir náuseas y vómitos. Estos trastornos suelen ser pasajeros y de intensidad leve.

No obstante, si queremos combatirlos, podemos recurrir a algunos fármacos destinados específicamente al alivio de las náuseas y los vómitos, aunque al igual que sucede con la diarrea, el principal objetivo debe ser evitar la deshidratación, por lo que los sueros de rehidratación oral están indicados en estos casos. Igualmente beneficiosas son las frutas, verduras y cereales. Además, como en el caso de la diarrea, se deben evitar las grasas y los lácteos.

Y si el exceso con la comida es prácticamente una norma en Navidad, también lo es, por desgracia, el abuso del alcohol. Y es que además de incidir gravemente en los accidentes de tráfico, el alcohol también afecta directamente a nuestro organismo, produciendo vómitos, náuseas, malestar general… es decir, la consabida resaca. Esta dolencia se caracteriza por síntomas como dolor de cabeza, sequedad de boca, mareos, sed y malestar general acompañado, en algunos casos, de náuseas y acidez de estómago, y suele ser más intensa en las personas fumadoras.

En caso de padecer resaca, lo más adecuado es tomar alimentos suaves que no irriten la mucosa gástrica, como los yogures, y reponer la pérdida de vitaminas con zumo de naranja y frutas frescas. Para aliviar el malestar general se pueden emplear medicamentos que no precisan de receta como analgésicos y antiácidos.

Si el empacho y las molestias estomacales son los protagonistas indiscutibles de la salud en Navidad, el resfriado lo es durante todo el invierno. Y en las fiestas navideñas, donde es más habitual estar más tiempo fuera de casa con amigos y familiares y descuidar un poco las precauciones frente al frío, esta patología también está muy presente.

Los síntomas más molestos del resfriado se pueden aliviar con medicamentos que no requieren receta médica y que se pueden adquirir en la farmacia, como analgésicos (para la fiebre y dolor), antitusígenos (para la tos), descongestivos (para la congestión nasal), mucolíticos (para los mocos) y combinaciones de éstos. «Además, se pueden acompañar con alimentos de alto aporte energético y de vitaminas, como los frutos secos, los cítricos, las hortalizas y el pescado azul», recalca el director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud.

A pesar de que los medicamentos a los que podemos recurrir para tratar las pequeñas dolencias típicas de la Navidad se pueden adquirir sin receta en las farmacias, no debemos olvidar que son fármacos, por lo que debemos consultar siempre al farmacéutico antes de tomarlos, ya que este profesional de la salud está perfectamente capacitado para recomendar el medicamento más adecuado para cada dolencia.