¿En qué consiste la dieta mediterránea?

No hay alimentos buenos y malos, sino buenos y malos hábitos alimentarios". Con esta frase el doctor Jaume Serra, responsable del Programa de Alimentación del Departamento de Sanidad de la Generalitat de Catalunya resume una de las ideas más importantes para conseguir una nutrición equilibrada.

Los alimentos no son intrínsecamente buenos o malos, lo es el uso que hacemos de ellos y la cantidad que comemos», añade el doctor Serra quien no duda en señalar que el estilo de vida actual es el principal enemigo de una alimentación adecuada. «Los horarios nos impiden empezar con un buen desayuno y esto hace que nuestro reparto energético a lo largo del día esté desequilibrado ya que el desayuno debería contener el 20-25 por ciento de nuestra energía total», explica este experto.

Desayunar correctamente es un lujo que muy pocas personas se pueden permitir debido a los horarios laborales o a las obligaciones domésticas y profesionales, pero esta falta de suministro de nutrientes por la mañana hará que arrastremos este problema a lo largo del día. «Y si acabamos el día cenando tarde, dormiremos poco y desayunaremos mal, y es un círculo que vuelve a empezar», asevera el doctor Serra.

En este sentido, comenta que está demostrado que el rendimiento escolar está estrechamente relacionado con la alimentación, concretamente con un correcto desayuno y una alimentación equilibrada. En opinión de la doctora Rosa María Lamuela, profesora titular del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, comenta en relación al desayuno de los niños que «lo recomendable sería que todos los niños salieran de casa desayunados».

El desayuno ideal, en opinión de esta experta sería «tomar una pieza de fruta, un zumo de naranja recién exprimido en casa, un derivado lácteo o leche con soluble de cacao y algún tipo de cereal en forma de cereal, tostada o pan». Los expertos coinciden en recomendar que habría que intentar corregir este mal hábito alimentario y desayunar cada día antes de salir de casa.

Sin duda el desayuno es la comida más importante del día, pero continuar con la dieta mediterránea es otro de los pilares fundamentales de una buena alimentación. El doctor Serra alerta que «nos estamos desviando de la dieta de nuestros abuelos, de la dieta que se seguía hacer 50-70 años». Los hábitos que se están imponiendo en la sociedad moderna no facilitan en ningún sentido el seguimiento de una dieta sana y equilibrada.

«En nuestra sociedad actual todo son prisas, la mujer se ha incorporado al mundo laboral, algo loable, pero ahora ninguno de los dos cónyuges tiene tiempo para cocinar y se recurre a alimentos no recomendables porque la prisa se impone por encima de la calidad alimentaria», explica este experto. Esto está repercutiendo sin lugar a dudas en nuestra salud, «somos más obesos y nuestro colesterol está aumentando», explica el doctor Serra, pero afortunadamente «gracias a los componentes de la dieta mediterránea que persisten en nuestra dieta (el aceite de oliva, las bajas dosis de vino, la abundancia de cereales) y a pesar de que la proporción de factores de riesgo en los españoles es equiparable a la de otros países, nuestra incidencia de infartos es menor».

En este sentido, los expertos en nutrición se muestran convencidos de que la dieta mediterránea es fundamental para evitar la obesidad y, por tanto, todas las enfermedades ligadas a la obesidad como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.