01Mar. 01
"No hay creado ningún grupo de trabajo protocolizado ni sistematizado para avanzar en la investigación para el tratamiento de la menopausia. No se ha hecho dentro de la Sociedad Española de Endocrinología ni tampoco desde las instituciones sanitarias". Esta es la opinión del doctor Santiago Palacios, organizador del IV Simposium Internacional de Ginecología endocrinológica y Menopausia.
Enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, Alzheimer, depresión y el desarrollo de algunos cánceres como el de mama son patologías que coinciden con la menopausia y requieren correcto seguimiento médico y chequeos regulares. Sin embargo, sólo un cinco por ciento de las mujeres españolas acuden a las unidades de menopausia, frente al 20 por ciento de la media europea. Asimismo, sólo el siete por ciento de las españolas en la edad del climaterio utiliza la Terapia Hormonal Sustitutiva, frente al 22 por ciento de europeas y norteamericanas, y sólo el tres por ciento continúa tomando la THS después de tres años. El miedo a los efectos secundarios de esta terapia es uno de los factores que motivan el rechazo, unido, según el doctor Palacios, a la cultura española de no tomar medicamentos ante procesos calificados de naturales.
Sin embargo, la terapia con Receptores Moduladores Selectivos de Estrógenos (SERM) tiene, a juicio del doctor Javier Haya, ginecólogo del Hospital General de Getafe y miembro del comité científico del simposium, un futuro muy prometedor ya que protege frente a problemas óseos (disminuyendo las fracturas), cardiovasculares (reduce parámetros de riesgo) y se perfila como reductor de la frecuencia de cáncer de mama. La falta de información fidedigna y bien dirigida a la mujer está en el origen del rechazo a estas terapias convencionales.
Ahora bien, a la hora de prevenir síntomas molestos o leves de la menopausia, como los sofocos, es donde faltan estudios destinados a diseñar terapias o hábitos que mejoren esas situaciones.
Las orientales se sofocan menos
La soja es un alimento muy común en la cultura oriental, sobre todo en China y Japón. La soja alivia en las mujeres asiáticas los sofocos, los trastornos del sueño, los estados depresivos y la pérdida de interés sexual durante el climaterio. Ante esta evidencia, en España se ha realizado un estudio multicéntrico en nueve comunidades autónomas, en el que han participado 190 mujeres, que ha demostrado que las isoflavonas presentes en la soja, y a una determinada dosis (35 gramos en dos tomas diarias) son eficaces en la reducción de estos síntomas.
La doctora María José Cancedo, del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital General de Guadalajara, que ha participado en este estudio, explica que «los estrógenos presentes en la soja actúan como tales en hueso y aparato cardiovascular, pero tienen efecto antiestrogénico en la mama o el endometrio, lo que puede colocar esta sustancia en una acción similar a la de los SERM, pero de origen natural.»
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