Enfermedad cardiovascular, una dolencia femenina

Actualmente, la enfermedad cardiovascular ha adquirido verdadera importancia por ser la primera causa de muerte de las mujeres en nuestro país. Sin embargo, sus características específicas, el tratamiento y el pronóstico dentro del colectivo femenino, ha sido poco estudiado debido a la insuficiente presencia de mujeres en los ensayos clínicos.

Por este motivo, desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) apuestan por campañas dirigidas a la mujer, que instan a un mayor conocimiento y sobre todo a otorgarle la merecida importancia, ya que debemos tener en cuenta que la cardiopatía isquémica es tan prevalente como el cáncer de mama, del que sí se tiene conciencia.

Por otro lado, las dos organizaciones también demandan el desarrollo de programas formativos que cambien la actitud de todos los ámbitos asistenciales para mejorar la identificación precoz de la mujer con síndrome coronaria agudo (SCA) y conseguir la optimización de su tratamiento en la práctica real.

La doctora María Jesús Salvador, presidenta de la SEC, aconseja al respecto: «Debemos incrementar y optimizar el control de los principales factores de riesgo modificables (la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo o el sedentarismo) y se debe ofrecer a las mujeres mensajes unitarios respecto a los hábitos de vida, la dieta, el ejercicio físico… Además, todo el sector sanitario debemos trabajar conjuntamente y se deben realizar campañas poblacionales formativas y de concienciación».

Riesgos a tener en cuenta

Además de los elementos clásicos, en la mujer se identifican y acumulan factores diferenciales que multiplican las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular. Por ejemplo, la menopausia eleva la incidencia de hipertensión arterial, diabetes y colesterol. Además, hay dos situaciones altamente relevantes durante el embarazo: la diabetes gestacional y la elevación de la presión arterial, que se produce debido a un aumento del volumen circulante en el territorio vascular de la mujer que obliga a su corazón a trabajar con mayor intensidad.