Eres el agua que bebes

La cantidad de agua en nuestro organismo varia con la edad y en las diferentes etapas de la vida, como el embarazo y la lactancia en la mujer. ¿Quieres saber la cantidad que necesita tu organismo en cada momento de tu vida? Hablamos con un especialista, el doctor José Mataix Verdú, Catedrático de Fisiología y Presidente de Honor de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, en el marco de las recientes XI Jornadas Nacionales de la Nutrición Práctica (DIETECOM 2007).

El agua es uno de los componentes más importantes y el más abundante en el organismo. Sin embargo, no todas las personas necesitan la misma cantidad de agua, ni una misma persona tiene el mismo contenido en su organismo durante toda su vida.

La cantidad de agua en nuestro cuerpo «depende de tres factores principales: la edad, la composición corporal y la situación fisiológica», ha destacado el doctor José Mataix Verdú, Catedrático de Fisiología, Director de la Escuela de Nutrición y del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Granada, y Presidente de Honor de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, dentro de las XI Jornadas Nacionales de la Nutrición Práctica (DIETECOM 2007).

Comenzando por la edad, en los primeros meses de vida «el bebé no tiene una sensación de sed como va a tener luego y es difícil determinar la cantidad de agua que puede necesitar. Por ello, existe la discusión entre los pediatras de si es o no aconsejable darle agua al bebé», recuerda este especialista.

Esta falta de la sensación de sed «vuelve a darse en la tercera edad, por lo que hay que estar en alerta, para que la persona beba periódicamente líquido, aunque no pida agua», recuerda el doctor Mataix.

Durante la edad adulta, «existe la falsa creencia de que tenemos que beber cuando el cuerpo nos lo pide, es decir, cuando tenemos sensación de sed. Pero esto no es así. De hecho, si bebiéramos agua periódicamente, aunque no tuviéramos sed, nuestras condiciones físicas y mentales serían mucho mejores», recomienda este especialista.

Diferencias entre el hombre y la mujer

La composición de agua en los individuos -hombre o mujer- varía durante la adolescencia. La mujer «se carga de más grasa, mientras que el hombre tiene menos cantidad de tejido graso y mayor proporción de agua». Pero ésta no es una diferencia que vaya en contra de la población femenina, «simplemente es propio de su naturaleza».

En ese sentido, hay que procurar que la mujer -con sus características de composición- y el hombre -con las suyas-cumplan los requerimientos adecuados de agua que necesita su organismo», destaca el doctor Mataix.

En el caso de la mujer en concreto, «su composición de agua varía sobre todo durante un embarazo y lactancia». En estas etapas de su vida, «aumenta la cantidad de sangre, dado que tiene un ser vivo creciendo en su interior, una placenta, líquido amniótico…»

Durante la lactancia, «la mujer fabrica entre 700-900 mililitros de leche y la mayor parte de esta cantidad es agua». En esos momentos, «una de las dudas más frecuentes de la mujer es el tipo de líquido o agua más apropiadas para este momento», reconoce este especialista. Así, «la mayor parte de los especialistas aconsejamos el agua potable porque nos parece la mejor; pero ello no excluye que tomen un zumo, vaso de leche, si les apetece o una infusión, etc».

Así, «las únicas bebidas que debe descartar la mujer son las alcohólicas; todas las demás se pueden beber siempre y cuando el médico no nos recomiende lo contrario o porque nos sienten mal», recuerda este especialista.

En cuanto a los alimentos con agua, «las hortalizas y las frutas son los más ricos en agua, mientras que los frutos secos, en su mayoría, no tienen prácticamente nada».

En definitiva, tanto en el embarazo como en la lactancia, «la mujer debe cuidar especialmente la hidratación de su organismo, mediante agua, líquidos y alimentos que contengan agua».

Recomendaciones para una óptima hidratación

-Averigüe sus necesidades concretas de agua: cada persona tiene una necesidad particular de hidratación que varía en función de la edad, sexo, complexión corporal, entre otras, a las que debemos dar respuesta. Para intentar unificar criterios, los especialistas recomiendan, «unos dos litros de agua para una mujer -unos 11 vasos de agua- y para el hombre tres litros -unos trece vasos de agua al día».

-Beba aunque no tenga sed.

-Si hace ejercicio físico, no descuide hidratarse antes de la actividad, durante y después de la actividad.

-Además de agua, puede ingerir zumos, infusiones y ciertos alimentos, sobre todo frutas y hortalizas, porque son ricos en agua.

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