Un estudio clínico de la Universidad de Stanford, California, ha confirmado por primera vez las propiedades de un suplemento alimenticio en la función sexual de las mujeres. Este suplemento, que se compone de gingko, ginseng, damiana, arginina, 14 vitaminas y minerales, mejora significativamente el deseo sexual de la mujer y su grado de satisfacción en la relación, según el estudio.
El equipo liderado por la doctora Mary Lake Polan ha concluido que la arginina, un aminoácido que aumenta los niveles de óxido nítrico en el cuerpo, incrementa el riego sanguíneo y actúa potencialmente como motor del despertar sexual en la mujer. El gingko, el ginsen y el damiana, por su parte, son suplementos utilizados para proporcionar bienestar general.
«Existen muchos suplementos de herborista propuestos para mejorar el funcionamiento sexual, pero a nuestro juicio, este es el único con una prueba clínica detrás», afirma la doctora Polan.
Los resultados, sin embargo, deben ser acogidos con cierta cautela, pues el estudio se llevó a cabo con una pequeña muestra de 93 mujeres, de edades comprendidas entre los 22 y los 73 años, que manifestaban falta de deseo sexual. De ellas, 46 recibieron este suplemento alimenticio y 47 recibió placebo, es decir, un suplemento similar pero sin ningún efecto. Tras la ingesta, las mujeres realizaron un cuestionario sobre índice de la función sexual femenina para evaluarla antes y después del tratamiento.
Tras cuatro semanas, el 62 por ciento de las que tomaron el suplemento relataron relaciones sexuales más satisfactorias, frente al 38 por ciento de las que tomaron placebo. Mientras que el 64 por ciento de las mujeres que tomaron el suplemento afirmaron haber experimentado un mayor deseo sexual, frente al 43 por ciento de las que tomaron placebo.
En las mujeres cerca de la menopausia que tomaron el suplemento, el 91 por ciento afirmó un incremento del número de relaciones sexuales, frente al 20 por ciento de las del grupo placebo. Otros efectos relatados por las que tomaron el suplemento fueron mayor sensibilidad del clítoris, menor sequedad vaginal y mejora de la relación sexual con sus parejas. Además no encontraron ningún efecto secundario.
Según la directora de la investigación, este suplemento es una opción clara para algunas mujeres, pero subrayó que no se debe convertir en una panacea. Por ello, aconsejó a las mujeres a que hablen abiertamente sobre su disfunción sexual con un especialista médico, a fin de hacer un estudio completo de sus posibles causas, incluyendo un estudio de su condición física y los posibles efectos perjudiciales de algunos medicamentos que la paciente puede estar tomando.
La disfunción sexual femenina, la gran olvidada
Mientras que los tratamientos para la disfunción sexual masculina se multiplican, hay una carencia de opciones de tratamiento para las mujeres, cuando las cifras revelan que hay más mujeres afectadas que varones. Actualmente, la disfunción sexual afecta a un 43 por ciento de mujeres en Estados Unidos, frente a un 31 por ciento de los hombres.
Algunos síntomas son bajo deseo o despertar sexual lento, dificultad para alcanzar el orgasmo y cópula dolorosa. El diálogo abierto y sincero con la pareja y el médico de cabecera primero o el médico especialista, es la primera puerta de salida a este problema.
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